sábado, 13 de junio de 2009

La pubertad de las niñas se adelanta


El inicio de la pubertad femenina se ha adelantado un año en sólo una década y media, según el estudio más exhaustivo realizado en Europa sobre cómo está cambiando la edad de inicio de la adolescencia. Si en 1991 la media de edad del inicio de la pubertad en las niñas se situaba en 10,88 años, en el 2006 había bajado a 9,86 años. O, lo que es lo mismo, la pubertad ya suele empezar antes de cumplirse los diez años.

Los investigadores apuntan a los disruptores endocrinos - contaminantes que actúan como hormonas en el cuerpo humano– como la causa más probable de esta tendencia.

Aunque el estudio se ha realizado en niñas de Dinamarca y sus resultados no se pueden extrapolar literalmente a España, aquí también se observa la misma tendencia a una pubertad más precoz, coinciden en señalar cuatro especialistas consultados para este reportaje.

"En Sant Joan de Déu, vemos cada vez más pubertades adelantadas en niñas", informa la endocrinóloga pediátrica Lourdes Ibáñez. "Nos llegan casos de niñas de siete años que inician el desarrollo mamario, lo cual es inaceptable en nuestro medio. Y son frecuentes las consultas por desarrollo mamario en niñas de ocho y nueve años".

El inicio de la pubertad se define como la etapa en que se forma el botón mamario y empieza a crecer vello púbico. No coincide con la edad de la primera regla – o menarquia –, que suele llegar unos tres años más tarde. Según los resultados del estudio danés, la menarquia se ha adelantado unos cuatro meses en quince años. Si en 1991 llegaba a los 13 años y cinco meses por término medio, en el 2006 se registraba a los 13 años y unmes. En Catalunya, la edad media de la menarquia se sitúa en 12 años y 9 meses, según un estudio del hospital Vall d'Hebron publicado en el 2004 en 'Medicina Clínica'.

El estudio danés se ha basado en más de dos mil voluntarias, la mitad de ellas analizadas entre 1991 y 1993 y la otra mitad entre 2006 y 2008. Todas las participantes en el estudio fueron examinadas por un médico, se les analizaron los niveles de estrógenos en la sangre y se les midió pidió el peso y la talla.




Estudios anteriores habían indicado que la tendencia a un mayor sobrepeso entre las niñas favorece una pubertad y una menarquia más precoces. Pero los investigadores daneses han comprobado que, incluso comparando chicas de la misma edad con un mismo índice de masa corporal, las etapas de la adolescencia se adelantan. "Las diferencias de peso pueden explicar en parte el adelantamiento de la edad de la menarquia", señala Aksglaede, pero no bastan para explicar el gran avance de la edad de inicio de la pubertad.

También se ha observado que la pubertad suele ser más precoz en niñas inmigrantes y adoptadas de otros continentes que en las niñas de familias europeas. Pero en este caso no se han incluido ni inmigrantes ni adoptadas en el estudio.

Más desconcertante es la observación de que los niveles de hormonas sexuales femeninas se han mantenido estables en todas las edades pese a que las etapas de la adolescencia se hayan adelantado. Es decir, el inicio de la pubertad se registra antes pese a que la producción de estrógenos no se inicia antes.

La edad promedio de la menarca, es decir la primera menstruación en los países occidentales comenzó a declinar durante los inicios del siglo 20 debido a un incremento en el consumo de productos de origen animal y una mayor ingesta calórica. Este declive se tornó más lento en los años de 60 y ahora hay un resurgimiento de la pubertad precoz desde mediados de los 90.

En Europa, en 1830, la edad promedio de la menarca era los 17 años. En forma similar, en los 80 en la China rural, el promedio de la menarca era de 17.3. En los estados unidos en el año 1900, el promedio era 14.2. Para 1920, la edad promedio de la menarca en los E.U.A. cayó a los 13.3 y para el 2002, alcanzó los 12.3. Patrones similares se presentaron en distintas naciones occidentales. En Italia, un estudio reciente muestra que la edad de la menarca de las niñas es en promedio 3 meses antes que la de su madre.

Tomando en consideración estos datos, se podría estimar que la edad normal y saludable para la menarca en condiciones de nutrición excelente sin exceso de calorías podría ubicarse entre los 15 y 18 años. Pero hoy en día e los Estados Unidos y cerca de la mitad de las niñas comienza a experimentar el desarrollo de sus mamas antes de los 10 años y el promedio tiene su menarca antes de los 12 años y medio. Y esta curva continúa en declive.

¿Qué está sucediendo?

Los sistemas hormona y neurológico que regulan el momento de la pubertad son complejos, pero los investigadores han indentificado numerosos factores ambientales que pueden contribuir al descenso de la edad de la pubertad.

1.- Mayores índices de sobrepeso y obesidad en la infancia.

Diversos estudios han encontrado asociaciones entre un mayor índice de masa corporal y la pubertad temprana en las niñas. El exceso de grasa en el cuerpo altera los niveles hormonas como la insulina, la leptina y los estrógenos, y estos factores se consideran responsables de la aceleración del inicio de la pubertad a causa de la obesidad. Además, la inactividad física puede disminuir los niveles de melatonina, que a su vez pueden afectar las señales en el cerebro y ser el gatillo del desarrollo de la pubertad.

2.- Aumento de la ingesta de proteína de origen animal.

Una mayor ingesta de proteínas totales, proteína de origen animal y carne en niños entre 3 y 7 años está asociada a una menarca temprana en múltiples estudios. En contrate, una mayor ingesta de proteína de origen vegetal entre los 5 y 6 años se asocia con una menarca más tardía. Una elevada ingesta de proteínas aumenta los niveles de factor de crecimiento insulínico tipo 1 y promueve el crecimiento, lo cual podría acelerar el inicio de la pubertad. El factor de crecimiento insulínico tipo 1 contribuye al desarrollo puberal propiamente y en parte por su implicación en las señales del estradiol. El consumo de carne y de productos lácteos en los niños puede también reflejar la ingesta de químicos ambientales que alteran el sistema endócrino, presentes en los tejidos animales.

3.- Otros factores dietéticos.

EL alto consumo de productos lácteos está asociado con una menarca más temprana. La ingesta de refrescos también está asociada con una menarca temprana.

Los niños que tienen dietas con menos nutrientes (con base e el análisis de macronutrientes, vitaminas, minerales y algunos alimentos integrales), tienden a adelantar la pubertad. Pero en general, nuestra dieta rica en alimentos procesados, lácteos, carnes procesadas y comida rápida, interfiere en el proceso normal del crecimiento y el envejecimiento. La pubertad temprana es un signo de envejecimiento prematuro.

4.- Exposición a químicos que alteran el sistema endócrino (Disruptores Endócrinos)

Los disruptores endócrinos son sustancias sintéticas que mimetizan, inhiben o alteran la acción de las hormonas naturales. Estos químicos se encuentran en el medio ambiente y los científicos los consideran un problema de salud pública. Si bien los químicos que alteran el sistema endócrino se consideran un riesgo para los adultos, los niños son más sensibles a la exposición de hormonas exógenas.

Los químicos no se analizan en relación con el potencial que tienen de ocasionar una alteración del sistema endócrino antes de ser aprobados a su uso e ingresar en nuestro medio ambiente y hay disruptores endócrinos en una amplia gama de productos con los que estamos en contacto todos los días, incluyendo pesticidas, plásticos, combustibles y otros químicos industriales.

Es importante destacar que los disruptores endócrinos se acumulan muy lentamente en los tejidos grasos de los animales, de tal forma que los alimentos de origen animal contienen mayor cantidad de estos químicos que los vegetales.

¿Qué debe preocuparnos?

La consecuencia más significativa y alarmante de la maduración temprana es un mayor riesgo de cáncer de mama en la edad adulta. La menarca temprana es un factor de riesgo para el desarrollo de cáncer de mama y se considera que es por el mayor tiempo de exposición a las hormonas de los ovarios. De manera adicional, la exposición a los disruptores endócrinos se asocia con cánceres hormonales como el de mama y el de testículo.

Las niñas no están emocionalmente o psicológicamente preparadas para manejar la pubertad. La pubertad temprana está también asociada con un mayor riesgo de problemas durante la adolescencia como ansiedad, depresión y trastornos de la alimentación. Las niñas que maduran antes también están en mayor riesgo de tomar parte en conductas riesgosas como fumar y consumir alcohol.


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