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sábado, 26 de octubre de 2013

Comparativa del poder adquisitivo en España y el resto de Europa

¿Cuánto se diferencia realmente el poder adquisitivo de un ciudadano promedio español del de sus homólogos europeos? 

Realizar una comparativa de salarios y precios entre diferentes países sin excesivo rigor ni contexto puede dar lugar a conclusiones bastante engañosas. Así por ejemplo todos sabemos que pagar 1.40€ por litro de gasolina no supone el mismo esfuerzo económico en Austria que en España.

Mapa del poder adquisitivo en Europa elaborado por GfK GeoMarketing 


Para hacer una comparativa representativa del poder adquisitivo de un país el primer punto de referencia debe basarse en el salario anual, y debe ser un salario que identifique claramente al mayor porcentaje de la población del país, no nos sirve el salario mínimo ni tampoco el salario medio. 

El salario medio, que todavía sigue siendo el más empleado en los medios de comunicación, no es nada representativo (y menos aún para la estructura salarial española), ya que como bien explican en gaussianos "es muy sensible a valores extremos. Es decir, si tenemos algún valor mucho mayor que la mayoría de los datos la media nos saldrá muy grande respecto a los mismos, y al revés si el valor extremo es mucho más pequeño que los demás". Si queremos saber qué sueldo es el que mejor describe a un país el que deberíamos tener en cuenta "sería el que quede justo en el centro de todos (ordenados de menor a mayor), el que deja a la mitad más pequeña de los datos a su izquierda y a la mitad más grande a su derecha. Ese dato se denomina mediana, y representa la situación real mucho mejor que la media".

Por tanto teniendo claro que el dato de referencia debe ser el salario mediano la mejor fuente que puede emplearse es la de Eurostat que nos suministra regularmente los datos salariales de todos los países del continente y entre los cuales está el salario mediano neto. La siguiente imagen ilustra la situación en el año 2011, el último año del que el organismo europeo dispone de datos completos.


Salario mediano neto anual en el año 2011 (Fuente: Eurostat)

Los ingresos netos se derivan de los ingresos brutos y representan la parte de la remuneración que realmente queda en manos de los asalariados para gastar o ahorrar. Los ingresos netos no incluyen las cotizaciones a la seguridad social ni los impuestos.

Pero al estar trabajando con los salarios netos no estamos teniendo en cuenta el diferente costo de la vida en cada uno de los países. Para hacer una buena comparativa del poder adquisitivo entre un país y otro no es suficiente con comparar los salarios sin más, deben tenerse en cuenta los precios entre distintos países y lo que un ciudadano europeo puede hacer con su salario. 

Para ese cometido vamos a utilizar el índice de nivel de precios (PLI según sus siglas en inglés), también  suministrado por Eurostat, que nos sirve para comparar los precios de bienes y consumos de un país con respecto a otro (o en relación con un grupo de países, como la Unión Europea), dividiendo las paridades del poder adquisitivo (PPA) por el tipo de cambio nominal actual. Así si el índice de nivel de precios de un país es mayor que 100, el país en cuestión es relativamente caro en comparación con aquel al que se compara, mientras que si el índice de nivel de precios es menor que 100, entonces el país es relativamente barato en comparación con el otro país. Los índices de nivel de precios no pretenden clasificar a los países en sentido estricto. De hecho, sólo sirven como magnitud de referencia a la hora de comparar el nivel de precios en un país en relación con otros.


Fuente

Al igual que para el caso de los salarios y a falta de datos actualizados y validados para 2013 debemos conformarnos con evaluar la situación existente en el año 2011. Esto significa por poner un ejemplo que en ese año en España las cosas eran un 2.8% más baratas que en la media europea. En Francia eran un 10.2% más caras. Por lo tanto en Francia las cosas son un 13.2 % más caras que en España. Esto incluye también los impuestos indirectos como el IVA (los existentes en 2011). 

Tomando por tanto el dato del salario mediano neto por país y el índice de nivel de precios ya podemos comparar y ajustar el poder adquisitivo entre los diferentes países. Y si fijamos el nivel de precios español como el de referencia los resultados son los que se muestran en el siguiente gráfico

Fuente: Eurostat, datos de 2011

Tras el proceso de cálculo tenemos que el país europeo en el que "mejor se vive" resulta ser Noruega. En la práctica tendríamos que un ciudadano promedio en Noruega ganaría casi 2000 € netos al mes tomando como punto de referencia el nivel de vida y salario neto promedio existente en España (1040€). Hay que recordar que al tradicional estado del bienestar y a la buena salud económica escandinava Noruega le añade además el impacto de sus reservas petrolíferas con lo que no resulta complicado explicar su posición de privilegio.

Posteriormente le seguiría Suiza con algo más de 1700€ netos mensuales y luego un nutrido grupo de países del norte de Europa que se acercarían a los 1500€, o lo que es lo mismo, el alemán, sueco o belga promedio tendría un 40% más de poder adquisitivo que un español, dispondrían de 400 euros mensuales de más siempre tomando como punto de referencia a España y su nivel de vida. O dicho de otra forma, con el mismo trabajo pueden comprar un 40% más de cosas. Recordad que en este punto, los impuestos ya han sido descontados, y el nivel de vida equiparado.

En este contexto hay que apuntar que recientes sondeos han puesto de manifiesto que los españoles declaran que para estar plenamente satisfechos con su poder adquisitivo necesitarían ingresar unos 750 euros más al mes. Si lo comparamos con estos datos llegaríamos a la razonable conclusión de que al español promedio le gustaría tener el poder adquisitivo que hoy ya ostenta cualquier ciudadano promedio en Suiza.



Si seguimos observando el gráfico vemos que otro de los aspectos llamativos es que España se ve superada por Eslovenia, lo que si bien a primera vista es un dato que puede sorprender, quizás no lo es tanto si tenemos en cuenta que Eslovenia siempre fue la más próspera de las seis repúblicas yugoslavas, y hoy en día tiene un PIB per cápita superior al de Grecia o Portugal, y menor tasa de paro que Italia o Irlanda. 

Echando un vistazo a países con menor nivel salarial que España podemos ver como el portugués promedio tendría aproximadamente un 25% menos de poder adquisitivo que su homólogo español. Por último destacar que los ciudadanos búlgaros o rumanos son los que menor capacidad económica tienen del conjunto de países evaluados. Un rumano promedio tiene por ejemplo seis veces menos poder adquisitivo que un noruego y casi cuatro veces menos que un español.

 ¿Qué sucede si en vez de tomar como referencia el salario mediano tomamos el salario modal, es decir, el salario más frecuente? 

Siguiendo el mismo criterio pero tomando como referencia ese salario más frecuente lo más significativo sería el liderazgo indiscutible de los países escandinavos. En esta estadística son casi inalcanzables por el resto de europeos, lo que pone de manifiesto que no solo son países ricos, sino que también son los más igualitarios del planeta. 


Fuente: Eurostat, datos de 2011

El sueldo modal en Noruega (el que más gente de su país tiene) es de más de 1800€ (una vez hecho el ajuste con poder adquisitivo). En Suecia o Dinamarca se acerca a 1600 euros lo que supone prácticamente el doble del salario modal del español promedio. En otros países como Francia o Alemania el salario más frecuente es un 50% superior al del español.

Para ilustrar bien este concepto vamos a comparar las gráficas de distribución salarial en Francia, Alemania y en España. Puede observarse como el reparto es bastante más homogéneo y justo tanto en Francia como en Alemania. Para un excelente análisis de estos datos y en particular sobre la desigualdad salarial en nuestro país remito al lector a este fantástico post publicado recientemente en el blog Ciencia-explicada.



Las fuentes de datos salariales españolas nos muestran una fotografía similar a la hora de evaluar nuestra distribución salarial, por ejemplo veamos la distribución de salarios elaborada por el INE (tomando sueldos brutos en vez de netos).


Como vemos buena parte de la población española se engloba en los tramos más bajos de la distribución salarial, de ahí que el salario modal o más frecuente sea tan bajo. Si miramos los datos del INE en 2011 prácticamente el 44% de los asalariados españoles tenía unos ingresos netos inferiores a 1.000 euros netos al mes. 

Por su parte según el Barómetro del CIS de julio de 2013 el 63,6% de la población española gana menos de 1.200 euros netos.



Fuentes: Eurostat (1, 2, 3), INECiencia-explicada, Gaussianos

domingo, 14 de julio de 2013

¿Qué países crecieron y aumentaron más su riqueza en los últimos cincuenta años?


¿Qué países y regiones del planeta han tenido mayores progresos en su renta per cápita comparados con el promedio mundial en los últimos cincuenta años?, ¿cuáles en cambio han tenido mayores retrocesos o estancamientos?. Si bien la mayoría de países ricos en 1960 siguen siéndolo en la actualidad se pueden observar cambios importantes que merece la pena destacar.

Explorando los datos históricos de evolución de la renta per cápita mundial y estableciendo una comparativa respecto al percentil de riqueza sobre la economía mundial vemos como ha habido una serie de países que no formaban parte del primer mundo en 1960 que en cambio hoy sí ostentan ese rango. Como podemos ver en el siguiente gráfico resumen los casos más destacables serían los de Corea del Sur, Japón, Irlanda, España y Portugal. También tenemos otros casos como los de China o Brasil, que pese a estar todavía bastante lejos de poder considerarse países ricos sí que están haciendo considerables progresos y están logrando que millones de personas abandonen la pobreza. En el plano negativo los países de relevancia económica mundial que más han variado de forma negativa su percentil de riqueza respecto al promedio serían Argentina, Venezuela, Sudáfrica y Turquía.

Países con mayor variación en su percentil de riqueza respecto al promedio mundial (1960 - 2010)

El crecimiento asiático

Pero veamos los datos con mayor precisión aportando gráficos comparativos y detallando algunos de los casos más notables. En ese sentido es obligatorio pararse a explicar el caso de Corea del Sur, el mayor milagro económico de la última mitad de siglo. Es el ejemplo de cómo un país que en 1960 se equiparaba en términos de nivel de vida a Marruecos, Bolivia o Zambia ha pasado a formar parte con pleno derecho del primer mundo y a ser una referencia mundial a nivel tecnológico y de innovación. 




Corea del Sur es un territorio con muy escasos recursos naturales y materias primas. Hasta la década de 1960 tuvo una economía básica de subsistencia, principalmente agricultura y pesca. Era un país muy diferente del actual, uno de los más pobres del mundo, con una base agrícola muy fuerte y un mercado interior pequeño y poco activo. El 40% de la población era analfabeta y el 80% de la población activa se dedicaba al sector primario. 

Durante los años 70 el país se enfocó en mejorar la competitividad de los productos coreanos en el exterior, principalmente a través de productos intensivos en mano de obra (competitiva en relación con los países del entorno). El enfoque de innovación se orientó a la copia de bajo coste, pero también de bajo valor añadido. 

El país se dio cuenta de la importancia de impulsar la educación (actualmente su sistema educativo está considerado como uno de los mejores del mundo) y de formar personal especializado. El desarrollo científico-tecnológico fue la base sobre la que se cimentó el progreso coreano y los resultados pronto comenzaron a dar sus frutos.

                        

Es a partir de los 80 cuando se comienza a desarrollar una infraestructura científica, que sería acompañada de importantes estímulos fiscales a los grandes conglomerados de empresas como Hyundai, LG o Samsung, a las que el Estado subvencionó mediante la eliminación de determinados impuestos. Desde los años 90 el sistema coreano está evolucionando desde un modelo controlado por el estado y planificado de forma centralizada a uno más orientado en el mercado. A raíz de la crisis asiática del año 1997 se plantearon profundas reformas que incentivaron a que las empresas privadas cogieran el testigo de la innovación (en 2003 representaban algo más del 76% del esfuerzo innovador).

El país se ha centrado en potenciar sectores considerados como estratégicos: tecnologías de la información y telecomunicación, biotecnología, ciencias de la vida, nanotecnología, tecnología medioambiental y nuevos materiales. Corea del Sur es hoy el mayor fabricante de tablets, teléfonos móviles, pantallas de cristal líquido y barcos, ocupa el tercer lugar en semiconductores -ordenadores- y el quinto en automóviles. 

Evolución de la riqueza relativa de naciones relevantes no europeas o latinoamericanas

Variación de los percentiles de riqueza de otras naciones relevantes no europeas o latinoamericanas entre 1960 y 2010

Otro ejemplo digno de mención en Asia lo tenemos en Japón. En los años sesenta el nivel de vida de Japón era la mitad del de Europa del Norte y la quinta parte del de Estados Unidos. En tan solo tres décadas la economía nipona logró expandirse hasta llegar a ser la segunda potencia económica mundial. Entre 1950 y 1970 los índices de producción manufacturera e industrial se duplicaron cada cinco años, mientras que la economía se expandió 55 veces. Durante la década del 60 las tasas anuales de crecimiento económico de Japón fueron del 10-14%. En poco más de dos décadas Japón se convirtió en una potencia industrial, siendo el primer país del mundo en construcción naval, producción de motos, aparatos fotográficos y televisores y el segundo en automóviles, acero y fibras sintéticas. La agricultura que ocupaba a la mitad de la población en los años cincuenta tan sólo llegaba al 14% en 1972. 

El crecimiento redujo su marcha notablemente a finales de los ochenta y durante la década de los noventa, en lo que se ha conocido como la década perdida. Pero incluso pese a que actualmente se podría decir que Japón lleva ya 20 años en crisis sigue manteniendo altos sus estándares de vida. Se trata de un país en el que la riqueza está muy bien repartida (Japón es un país con pocos ricos y pocos pobres, casi todos pertenecen a la clase media), su tasa de desempleo no ha superado el 6% desde hace más de 50 años, es además el tercer país con mayor porcentaje de población con estudios universitarios finalizados y está entre los cinco países del mundo con mayor inversión en I+D per cápita . 

En las dos últimas décadas China está también comenzando a crecer con gran fuerza (ver imagen) y logrando que muchos millones de personas salgan de la pobreza. El despegue chino tiene buena culpa de que en 2030 se prevea que más del 60% de la clase media mundial sea asiática (hoy el 50% de la clase media vive en Europa y USA)



Igualmente todavía le queda lo más complejo, China sigue siendo un país pobre con un nivel de riqueza per cápita inferior a la media mundial (un factor a menudo olvidado cuando solo se dan datos absolutos). Además también deberá afrontar pronto la llamada trampa de la renta media, es decir, estaría llegando a un nivel de desarrollo que le impediría competir a la vez con los países de alto nivel tecnológico (como Alemania) y con los de bajos salarios (como Bangladesh). Para poner en contexto la situación actual de China recomendamos al lector este magnífico artículo de Sintetia.

China está apostando fuertemente por la formación de la población en ámbitos científicos y tecnológicos.

América latina, el desarrollo inestable


Al contrario de lo sucedido en Asia, en el polo opuesto vemos países que en cambio no han seguido una senda equilibrada ni estable de desarrollo económico, el caso de Sudamérica es el más paradójico, a excepción de Brasil (que está creciendo por encima del promedio) la mayoría de los países del subcontinente no han evolucionado positivamente en los últimos 50 años. 

Evolución desde 1960 de la riqueza relativa en América Latina

Variación de los percentiles de riqueza en América Latina respecto al promedio mundial entre 1960 y 2010

Destaca especialmente lo acontecido en Venezuela y Argentina. De Argentina podría decirse que ostenta el dudoso honor de ser el único país que ha dejado la élite económica del planeta en el último siglo. A comienzos del Siglo XX Argentina y EEUU competían por ser potencias mundiales. En 1950 y se codeaba con los países más ricos del planeta, superando en renta per cápita a Francia, Noruega o Alemania. Sesenta años después ha visto como su crecimiento se ha visto muy ralentizado perdiendo el tren respecto a otras regiones ricas del planeta. Por ejemplo España no pudo superar en PIB per cápita a Argentina hasta 1970, pero actualmente lo dobla.


Europa: el ingreso de Irlanda, España y Portugal en el primer mundo

En Europa las mayores variaciones en el plano positivo las encontramos en Irlanda y en la Península Ibérica. Paradójicamente los tres países europeos citados (Irlanda, España y Portugal) están sufriendo de forma bastante severa la última crisis económica mundial, pero incluso con ese frenazo en su tasa de crecimiento estamos ante los tres países europeos que han tenido mayor incremento relativo de renta per cápita en la última mitad de siglo.

Irlanda es un caso atípico de un país septentrional que consigue una tardía, aunque espectacular, expansión. Por ejemplo el promedio de ingresos personales en Irlanda pasó de estar un 40% debajo del promedio europeo en 1973, cuando el país se incorporó a la Unión Europea, al 36% por encima de la media europea en 2003. Pasó de ser un país agrícola empobrecido a ser uno de los mayores centros tecnológicos del mundo. Irlanda se ha convertido en la plataforma de exportación de la principales multinacionales de la industria informática y farmacéutica (es el mayor exportador de software del mundo, sobrepasando incluso a Estados Unidos), incluidas Intel, Microsoft, Oracle, Lotus, Pfizer, Merck, American Home Products e IBM. Unas mil cien empresas multinacionales se instalaron en el país en los últimos años. Las causas del “milagro celta” serían la combinación de ayuda europea, eliminación de obstáculos a la creación de nuevas empresas, la desregulación de la industria de telecomunicaciones, rebaja del impuesto a las sociedades de 40% a 12.5% (que otros países de la UE hoy califican como de “dumping fiscal”) y una fuerte inversión en educación produciendo capital humano con capacitación técnica, indispensable para los intereses del país.

Evolución desde 1960 de la riqueza relativa en Europa
 (Nota: puesto que la riqueza media en Europa se sitúa en rangos altos para facilitar  la visualización del gráfico el punto mínimo del eje de los percentiles se ha fijado en el 0.4 en vez de en 0.0)


Variación de los percentiles de riqueza en Europa respecto al promedio mundial entre 1960 y 2010

En relación al crecimiento de España hay que comentar que a mediados del siglo XX la renta per cápita española era la quinta parte de la sueca o la tercera parte de la francesa. Incluso Italia prácticamente duplicaba la riqueza española. La economía española arranca tardíamente, pero tras el Plan de Estabilización de 1958 y la posterior apertura de la economía crece con fuerza en el periodo 1960-74, permitiéndole así acortar distancias con los países más avanzados de Europa. En la década de los 60 España tuvo la segunda mayor tasa de crecimiento en el mundo, un poco por detrás de Japón. La recuperación se basó principalmente en la apertura al exterior, la inversión pública, el desarrollo de infraestructuras y en la apertura de España como destino turístico. La apertura de España al turismo masivo atrajo al país un gran número de divisas que se utilizaron para pagar las importaciones de capital (maquinaria, etc) necesarias para una rápida expansión de las infraestructuras y de la industria. Esta mano de obra intensiva de la industria también proporcionó mucho empleo. En el crecimiento económico se registraron mejoras notables en el nivel de vida y el desarrollo de las clases medias. España dejó poco a poco de ser un país agrario para transformarse en un país industrial y urbano, alcanzando los estándares de país desarrollado y próspero. En estos años, la industria gana importancia en España, así como el sector terciario, los ciudadanos de las zonas rurales emigran a las ciudades. Las principales producciones industriales se convirtieron en la fabricación de automóviles, maquinarias y la construcción naval. 

Evolución del litoral costero de la Manga del Mar Menor (Murcia)

La crisis del petróleo de 1973 y 1979, terminó este crecimiento "milagroso" y a partir de entonces, la economía siguió una trayectoria ascendente más leve. Al unirse a Europa en 1986 España se incorpora definitivamente en el mundo industrializado, la entrada requirió que el país abriera su economía, con un fuerte incremento de la inversión extranjera en España y un impulso modernizador de la empresa española ante la competencia exterior.

España se unió así a los países industrializados, dejando atrás la pobreza y el subdesarrollo endémico que había experimentado hasta la primera mitad del siglo XX, convirtiéndose en la quinta economía más grande de la UE y, en términos absolutos, la duodécima del mundo. Por otra parte los cambios sociales, económicos y culturales de los años 60 y 70, y el crecimiento en dichos años de la población escolarizada, harían por fin posible que el país alcanzara los porcentajes de alfabetización (en torno al 95 %) que los países europeos más avanzados ya habían alcanzado treinta o cuarenta años antes.


Fuentes: Wikipedia, World BankJavier Megias, www.mcabezas.com, Kirainet, Artehistoria, El País, economy.blogs.ie

domingo, 3 de marzo de 2013

La curva del Gran Gatsby y la movilidad social


La idea de la igualdad de oportunidades y de que todo el mundo pueda triunfar si lo desea con independencia de su procedencia es una aspiración deseable para toda sociedad. Una sociedad ideal es aquella en la que el destino de los hijos no está determinado por los orígenes de sus padres, una sociedad en que las oportunidades recibidas dependen de nuestras habilidades y nuestros logros, y no de la fortuna o contactos de nuestra familia.

                      


Cuando hablamos de movilidad social nos referimos a la facilidad con la que una persona puede subir o bajar en la escalera socioeconómica de un país. Una sociedad inmóvil es una sociedad que no premia el esfuerzo ni penaliza la desidia. Es una sociedad donde nuestro destino se ve predeterminado por la posición económica de nuestros padres. Por otro lado, una sociedad móvil es una sociedad en donde todos, sin importar la posición económica en la que nacen, tienen la oportunidad de progresar. Es una sociedad en la que el talento y el trabajo son más importantes que las conexiones familiares, una sociedad en la que prima la meritocracia. ¿Vivimos en sociedades en las que prima la meritocracia y en las que cualquier ciudadano puede progresar si dispone de las habilidades necesarias?.  

La curva del Gran Gatsby

La "curva de Great Gatsby" es el nombre que Alan Krueger (asesor económico de Barack Obama) dio a la relación entre la desigualdad de ingresos y la movilidad social al describir el trabajo de Miles Corak. En el eje horizontal de dicha curva tendríamos el coeficiente de Gini, una medida de la desigualdad. En el eje vertical tendríamos la elasticidad intergeneracional de ingresos, esto es, la fracción del ingreso que en promedio se transmite entre generaciones. En otras palabras, resume en un sólo número el grado de movilidad generacional de los ingresos en una sociedad. Un coeficiente de elasticidad igual a cero indica una situación de completa movilidad intergeneracional. En cambio, cuando es distinto de cero, el ingreso promedio de los hijos depende en alguna medida de los ingresos que tenían sus padres. Si el valor es igual a 1, la situación es de completa inmovilidad porque la posición económica de los hijos en la distribución del ingreso está completamente determinada por la posición de su padre. 





Como podemos observar en algunos lugares, como Estados Unidos y Reino Unido, alrededor del 50% de las diferencias de ingresos entre generaciones son atribuibles a diferencias en la generación anterior (en otras regiones como la igualitaria Escandinavia, el número es inferior al 30% o incluso el 20%).





En general en los países de la OCDE la movilidad social es alta en el norte de Europa y más baja en el sur, destacan claramente en el plano negativo Estados Unidos y el Reino Unido con niveles de movilidad social inferiores a los de países como Pakistán. Una evidencia que deja claro que Estados Unidos está bastante lejos de ser realmente "la tierra de las oportunidades" y que además cuestiona creencias generalizadas en ese país como que "cualquiera puede triunfar si lo intenta" o que los ricos suelen merecer sus fortunas ya que han sido conseguidas con esfuerzo y en base a sus habilidades personales. 

Porcentaje de gente que está de acuerdo en que los ricos de su país de origen merecen su fortuna
                

La realidad es que en Estados Unidos los individuos con movilidad ascendente se dan más que en el viejo continente, pero también se empobrecen con más rapidez cuando la movilidad es descendente. El modelo europeo ofrece una mayor seguridad contra los riesgos sociales a los ciudadanos con rentas bajas, situación posibilitada por sus sistemas redistributivos de progresividad fiscal.

Observamos las mismas tendencias si analizamos la probabilidad de que los varones nacidos en el quintil más bajo (el 20% de la población con ingresos menores) se queden en él toda su vida.


Y un fenómeno similar se da al observar la probabilidad de que esos mismos hombres pasen al quintil más alto (o sea, al 20% de la población con ingresos mayores). En este caso, como en el anterior, únicamente disponemos de la comparativa entre Reino Unido y Estados Unidos respecto a los países escandinavos (los más móviles socialmente del planeta, de hecho el mejor ejemplo de movilidad social conocido en el mundo occidental ha sido el sueco, sobre todo entre los años treinta y setenta del siglo pasado).



Recientemente el New York Times dedicó un magnífico artículo al estudio de la movilidad social en Estados Unidos. Como es costumbre, el viejo sur es donde la movilidad social es peor, a muchísima distancia. Otro aspecto a destacar es que la dispersión geográfica de las familias de bajos ingresos afecta muchísimo la movilidad social: si una área metropolitana tiene un elevadísimo nivel de segregación entre barrios por nivel de renta, la movilidad social cae en picado. La política de vivienda de una región tiene un peso realmente tremendo en la movilidad social de sus habitantes, igual que el acceso al transporte público. Si realmente nos preocupa que el hijo del obrero llegue a prosperar debemos  asegurar que vive en un barrio con gente de varios niveles de renta, no sólo otra familias con pocos ingresos. La distribución geográfica de la pobreza es crucial.




¿Qué influencia tienen nuestros antepasados en nuestra situación económica actual?

La historia de una familia tiene grandes efectos que persisten durante enormes lapsos de tiempo. Influyen los padres, pero también lo hacen los abuelos y los  bisabuelos. 


En un reciente estudio que examinaba a los suecos prósperos se encontró que los apellidos aristocráticos aparecen en las profesiones de élite con una frecuencia casi seis veces mayor que la sería esperable dada su distribución en el conjunto de la población. Incluso en la ejemplar Suecia, la condición social de la familia se transmite de generación en generación a través de las generaciones y los siglos.

En España científicos de la Universidad Carlos III de Madrid (UC3M) han demostrado que las personas con apellidos poco frecuentes tienden a tener un nivel socioeconómico mayor que aquellas que ostentan otros más comunes. Considerando profesiones de prestigio como la medicina o la abogacía, si agrupamos por un lado al 10% de la población con los apellidos menos frecuentes y por otro el 10% de la población con apellidos más comunes, observamos que el número de personas con esas profesiones de prestigio y apellidos poco frecuentes es más de un 45% superior a lo que debería ser si no existiese “sesgo” entre apellidos y nivel social. Los investigadores también encontraron la relación inversa, es decir, de las profesiones prestigiosas el número de personas que las ejercen y que portan apellidos comunes es un 20% menor que en otras profesiones. En resumen: hay menos García, Pérez, López y otros apellidos comunes entre la personas con mayor estatus social que lo que debería observarse si no existiera el sesgo detectado.



Estudios similares se han replicado con idénticas (o incluso más acusadas) conclusiones en el Reino Unido, por ejemplo allí la introducción de la educación secundaria universal apenas ha afectado a las tasas de movilidad intergeneracional. 

Otro interesante estudio realizado en el Reino Unido analizando la movilidad social y desigualdad desde el siglo XIX hasta la actualidad nos deja una serie de conclusiones bastante claras: tanto los ricos como los pobres sufren una regresión a la media.  La educación obligatoria, la industrialización y el continuo progreso tecnológico probablemente facilitaron la convergencia. Las diferencias existentes en 1858 (primer año del que se obtuvieron datos) se han reducido significativamente cuatro generaciones después. Las familias más ricas están hoy día mucho más cerca de las familias más pobres. Es curioso, que la velocidad de convergencia haya permanecido relativamente constante, dado que factores como la educación obligatoria y generalizada o la sanidad universal no empezaron a funcionar hasta el siglo XX.

Imagen vía Politikon
Los efectos son aún más persistentes si se repite el análisis usando variables de nivel educativo (por ejemplo, las élites que estudiaban en Oxford y Cambridge). En resumen, la situación sin duda ha mejorado, pero todavía queda mucho para que se complete la regresión a la media. 
      
A pesar del mensaje optimista, la conclusión a extraer es que familia en la que nacieron nuestros antepasados hace siglo y medio aún tiene efectos sobre nuestro nivel de vida hoy en día. El análisis también sugiere que para un varón nacido en la mitad del siglo XIX, la probabilidad de que cualquiera de sus descendientes adultos a finales del siglo XX tenga un estatus elevado, en comparación con la probabilidad de tener un bajo estatus, es 32% más alta si su antepasado tenía alto estatus que si lo tenía bajo.





Un análisis de tres generaciones muestra que en tanto Estados Unidos como Gran Bretaña, el efecto de los ingresos altos (o bajos) en una generación dura por lo menos dos más. Sin embargo, también es posible romper los patrones de inmovilidad. Aunque las tasas de movilidad estadounidenses y británicos habían convergido hacia la mitad del siglo XX, el orden social de Estados Unidos era mucho más fluido que el de Gran Bretaña en el siglo XIX. El pasado tiene un estricto control sobre el presente. Sin embargo, en las circunstancias adecuadas, puede modificarse.




¿Cuál es la situación en España?

La movilidad social en España es mayor que en Reino Unido, Italia, Estados Unidos y Francia (tienen mayor correlación entre los ingresos de padres e hijos) similar a la movilidad social en Alemania y muy inferior a la de otros países como Canadá, Finlandia o Noruega. Si bien la movilidad entre clases se ha estancado en España desde los años sesenta


Actualmente en España, las posibilidades de remontar de clase social son las mismas que durante la industrialización de los sesenta. En la España de hoy en día hay un mayor número de directivos y funcionarios y menos campesinos y obreros que en la mitad del siglo XX. Pero, si en los ochenta había cuatro plazas de directivos, estas venían ocupadas por tres hijos de las élites y solo una por alguien de una clase más baja. Ahora hay ocho plazas y la relación es de seis a dos; en este sentido España es un país inmóvil. Los movimientos entre clases sí son frecuentes, pero no de largo recorrido y se producen en su mayoría entre clases limítrofes. 

Según la Encuesta de Condiciones de Vida que realiza la UE y que compara la situación socioeconómica de los hogares cuando los encuestados —de entre 25 y 59 años— eran adolescentes y la que tienen en la actualidad. De los adultos que crecieron en hogares españoles en los que había dificultad o mucha dificultad para llegar a fin de mes, el 49% sigue viviendo en la actualidad en estas circunstancias, mientras que solo un 7,3% logra llegar a fin de mes con facilidad. En situación de desahogo económico se encuentra el 23,4% de los adultos que pertenecían a hogares que llegaban a fin de mes con difidultades. El porcentaje alcanza el 44,7% cuando se analiza a aquellos que crecieron en hogares en los que se llegaba a fin de mes con facilidad.

                           

La igualdad de oportunidades tiene pues un largo camino por recorrer a juzgar por los datos del estudio que, además, revela que el nivel de formación educativa de los padres juega un papel determinante en las perspectivas de bienestar futuro de sus hijos. El 21,3% de los encuestados cuyo padre tenía educación secundaria de primera etapa o inferior está en estos momentos en riesgo de pobreza. El porcentaje duplica al de aquellos en riesgo de pobreza cuyo padre tenía estudios superiores (10,7%). Además de los adultos que crecieron en hogares con dificultades para llegar a fin de mes, un 18,9% ha conseguido tener una educación superior. En cambio el 47,2% en los adultos que crecieron en hogares que llegaban a fin de mes con facilidad o mucha facilidad tienen hoy educación superior.


¿Cómo moverse por la pirámide social?

Según el estudio de la OCDE para incrementar la movilidad social se entiende que es necesario fomentar el nivel educativo, aunque poniendo énfasis en mejorar el rendimiento de los alumnos con un nivel socio-económico más bajo. También comentan que la existencia de cuidado infantil temprano parece mejorar la movilidad social y el apoyo para mejorar la igualdad de acceso a la educación universitaria.

La educación es la gran barrera que impide que las mentes privilegiadas de las clases menos adineradas accedan al nivel más alto de la escala profesional, algo que acaba con la meritocracia para instaurar lo que el profesor de Ciencias Sociales de la Universidad de Cardiff, Philip Brown, bautizó en los noventa como parentocracia: “un sistema en que la educación que recibe un niño se corresponde con la riqueza y los deseos de sus padres, más que con sus habilidades y esfuerzo”.

Pero tampoco olvidemos que un sistema que se basa en premiar al mejor preparado no significa necesariamente que sea el más justo, porque no todos tienen las mismas oportunidades de acceder a una buena educación.

¿Quién tiene más mérito, el que saca un 10 y siempre lo ha tenido todo de cara o el que saca un 8 viniendo desde el arrabal?. Incluso se sabe que por ejemplo en Alemania los profesores recomiendan a los niños de familias de clase baja que hagan el bachillerato más raramente que a los niños de “buena familia”, aunque hayan obtenido las mismas notas.



Los trabajos mejor pagados, siguen estando dominados por gente que ha crecido en familias adineradas. Solo una minoría de la población ha estudiado en escuelas y universidades privadas, pero las élites están dominadas por esa gente. En el Reino Unido 75% de los jueces, el 70% de los directores financieros, el 45% de los altos funcionarios o el 55% de los principales periodistas han estudiado en escuelas privadas. Los grandes despachos de abogados, las grandes empresas financieras, la función pública, tienden a centrar de forma muy intensa sus contrataciones en ese puñado de prestigiosas universidades. 

El llamado networking, los contactos, son una forma de nepotismo que tiene un peso extraordinario a la hora de cubrir los puestos más relevantes, tanto públicos como privados. Los que vienen de abajo tienen una larga serie de obstáculos que en la práctica les hace muy difícil aprovechar las oportunidades que se llevan quienes, desde niños, han recibido una educación de superior calidad. Y es que la razón por la que mucha gente quiere ir a Oxford o a una escuela de negocios reputada no es la educación en sí, sino los contactos que pueden hacer allí. Una red de contactos sociales que luego se reproduce a nivel profesional. Y en el futuro a quién conoces es tan importante como qué haces en la vida (se estima que el 56% de las personas que buscan un empleo lo encuentran gracias a su red de contactos, y que el 80% de las ofertas de trabajo no se publican). 

Y es que como hemos podido observar todavía en pleno siglo XXI hay mucho camino que recorrer en lo relativo a la igualdad de oportunidades y la meritocracia,  y muchas veces la única manera de escalar socialmente es sacar partido al estatus social. 



domingo, 23 de septiembre de 2012

¿Cómo perjudica la desigualdad económica a las sociedades?

 "Si los estadounidenses quieren vivir 'El sueño Americano', deberían mudarse a Dinamarca"
Richard Wilkinson

¿Qué mejoraría más el bienestar promedio de un país desarrollado: potenciar su crecimiento económico (PIB) o reducir la brecha de ingresos entre los más ricos y los más pobres?. ¿Cuál es el efecto de las desigualdad de ingresos en una sociedad?

El investigador británico Richard Wilkinson, lleva décadas estudiando los efectos sociales de la desigualdad de ingresos y cómo las fuerzas sociales afectan a la salud de la población. Aunque durante siglos la mejor manera de mejorar la calidad de vida ha sido la de potenciar el crecimiento económico Wilkinson ha demostrado que ese crecimiento ha dejado de generar los beneficios sociales que aportaron en su día (y siguen aportando en los países más pobres), y es que el bienestar promedio de nuestras sociedades ya no depende del ingreso nacional (al menos a partir de un cierto nivel base). Su trabajo nos muestra la evidencia estadística de que entre los países desarrollados, las sociedades que son más igualitarias (con menor brecha de ingresos entre ricos y pobres) son más felices, más saludables y las que presentan mayor calidad de vida. 

Ésta es la charla que Wilkinson realizó para TED, en ella explica con sumo detalle cómo las desigualdades económicas afectan el desarrollo de las sociedades. Creo que merece la mayor difusión posible.




Puesto que alguien puede preferir el formato textual al vídeo, adjunto también la transcripción de la charla incluyendo además la gran mayoría de gráficos en los se apoya la exposición.

"Ya conocen la verdad de lo que voy a decir. Creo que la noción de que la desigualdad es divisiva y corrosiva socialmente es anterior a la Revolución Francesa. Lo que cambió fue que podemos ver la evidencia, comparar sociedades, más o menos iguales y ver lo que hace la desigualdad. Voy a mostrarles esa información y luego les explicaré por qué existen los nexos que voy a enseñarles.



Quiero comenzar con una paradoja. Esto muestra la expectativa de vida contra el PIB, en promedio, cuan ricos son los países. Y los países a la derecha como Noruega y Estados Unidos, son el doble de ricos que Israel, Grecia, Portugal a la izquierda. Y esto no afecta su expectativa de vida para nada. No hay una sugerencia de correlación allí. Pero si miramos dentro de nuestras sociedades, hay una cantidad extraordinaria de pendientes en salud atravesando la sociedad. Aquí, nuevamente, la expectativa de vida.



Estas son pequeñas regiones en Inglaterra y Gales, la más pobre a la derecha, la más rica a la izquierda. Una gran diferencia entre el pobre y el resto de nosotros. Aún las personas apenas por debajo de la cima tienen peor salud que las personas en la cima. Entonces el ingreso es significativamente importante. en nuestras sociedades, y nada entre ellas. La explicación de esa paradoja es que, en nuestras sociedades vemos al ingreso relativo o a la casta social, el estatus social, donde estamos relacionados unos con otros y el tamaño de las brechas entre nosotros. Y tan pronto se entiende esa idea inmediatamente deberíamos preguntarnos: ¿Qué sucede si ampliamos esas diferencias, o las suprimimos, y hacemos las diferencias en ingresos mayores o menores?

Y eso es lo que voy a enseñarles. No estoy utilizando información hipotética. Estoy tomando información de la ONU, la misma que tiene el Banco Mundial, de la escala de diferencias en ingresos en estos mercados desarrollados democráticos ricos. La medida que utilizamos, es cuánto más rico es el 20% superior que el 20% inferior en cada país.




Y se ve en los países más equitativos a la izquierda, Japón, Finlandia, Noruega, Suecia, el 20% superior es entre 3 y 4 veces y media más rico que el 20% inferior. Pero en el extremo más desigual, el Reino Unido, Estados Unidos y Singapur, las diferencias son el doble de grandes. En esta medida, somos el doble de desiguales que otros mercados democráticos exitosos.

Ahora, voy a mostrarles qué efecto tiene esto en nuestras sociedades. Recopilamos información acerca de problemas en las escalas sociales, el tipo de problemas más comunes en el fondo de la escala social. Información internacional comparable de esperanza de vida, en puntajes de los niños en matemáticas y alfabetización en la tasa de mortalidad infantil, tasa de homicidios, la proporción de la población en prisión, embarazos adolescentes, niveles de confianza, obesidad, enfermedades mentales; en la clasificación de diagnóstico estándar incluye dependencia de drogas y alcohol y ascenso social. 





Pusimos todo junto en un sólo índice. Todos con la misma relevancia. La ubicación de cada país se da por una especie de puntaje promedio. Y allí, se observa en relación a la medida de desigualdad que les mostré, que usaré una y otra vez para la información. A los países más desiguales les va peor en este tipo de problemas sociales. Es una correlación extraordinariamente estrecha. Pero si miramos el mismo índice de problemas sociales y de salud en relación al PIB per cápita, el ingreso bruto nacional, no hay nada allí, no hay correlación.




Estábamos un poco preocupados de que se pensara que habíamos elegido problemas para ajustar nuestro argumento y que solo habíamos fabricado la evidencia, así que también publicamos en el British Medical Journal acerca del índice de UNICEF de bienestar infantil. Tiene 40 componentes distintos armado por otras personas. Detalla si los niños conversan con sus padres, si tienen libros en casa, cual es la tasa de inmunización, si existe acoso escolar. Todo se incluye. 




Aquí está relacionado con esa misma medida de desigualdad. Los niños están peor en sociedades más desiguales. Una relación significativamente más alta. Pero una vez más, si se observa la medida del bienestar infantil en relación al ingreso por año por persona, no hay una relación. ni una sugerencia de una relación.




Lo que dice la información que les he enseñado es lo mismo. El bienestar promedio de nuestras sociedades ya no depende del ingreso nacional o del crecimiento económico. Eso es muy importante en países pobres, pero no el mundo desarrollado. Sin embargo, las diferencias entre nosotros y dónde nos ubicamos en relación con unos a otros ahora importan muchísimo. Voy a mostrarles algunas partes de nuestro índice. Aquí, por ejemplo, está la confianza. Es simplemente el porcentaje de la población que concuerda en que se puede confiar en las personas. Viene de las encuestas de World Values Survey. Si ven, en el extremo más desigual, acerca del 15% de la población sienten que pueden confiar en otros. Pero en sociedades más igualitarias, el porcentaje sube a 60% o 65%. Y si se mira la medida de participación en la vida comunitaria o capital social, hay relaciones muy similares estrechamente relacionadas con la desigualdad.




Puedo decir que hicimos este análisis 2 veces, Primero en estos países ricos y desarrollados, y luego de manera asilada como un banco de pruebas, lo repetimos en los 50 estados estadounidenses; haciendo la misma pregunta: ¿A los estados más desiguales les va peor en todos estos tipos de medidas? Sucede lo mismo. Básicamente encontramos que casi cualquier cosa relacionada con la confianza de manera global se relaciona con la confianza entre los 50 estados en ese banco de pruebas. No estamos hablando de una mera casualidad.




Estos son enfermedades mentales. La OMS confecciona índices utilizando las mismas entrevistas de diagnóstico con muestras aleatorias de la población que nos permite comparar la tasa de enfermedades mentales en cada sociedad. Este es el porcentaje de la población con alguna enfermedad mental en el último año. Y varía desde un 8% hasta 3 veces ese porcentaje; sociedades enteras con 5 veces más el nivel de enfermedades mentales que otras. Y nuevamente, muy relacionado a la desigualdad.




Este es el porcentaje de la población en prisión. Aquí hay una diferencia diez veces mayor, registrada en la escala de este lado. Pero aumenta de cerca de 40 a 400 personas en prisión La relación no es mayormente impulsada por más crímenes. En algunos casos, forma parte de esto. Pero en la mayoría de los casos se trata de sentencias punitivas, penas más duras. Y las sociedades más desiguales son también más propensas a retener la pena de muerte. Aquí tenemos niños que abandonan la escuela secundaria. Nuevamente, grandes diferencias. Extraordinariamente dañinas, si se habla de usar el talento de la población.

La movilidad social. Se trata de una medida de movilidad social basada en el ingreso. Fundamentalmente es como preguntar: ¿Los padres ricos tienen hijos ricos y los padres pobres tienen hijos pobres o acaso no hay una relación entre estos dos? 




Y en el extremo más dispar, el ingreso del padre es mucho más importante, en el Reino Unido, en Estados Unidos... Y en países Escandinavos, el ingreso del padre es mucho menos importante. Hay más movilidad social. Como nos gusta decir; y sé que hay muchos estadounidenses entre el público hoy, si los estadounidenses quieren vivir "El sueño Americano", deberían mudarse a Dinamarca.

Sólo les he mostrado algunas cosas en cursiva. Podría haberles enseñado otro número de problemas. Son todos problemas que suelen ser mucho más frecuentes en la parte inferior de la pendiente social. Pero hay un sinfín de problemas con las escalas sociales que son peores entre los países más desiguales, no sólo un poco peores. pero desde entre el doble de frecuente y 10 veces más frecuentes. Piensen en el gasto, el costo humano de eso.




Quiero volver al gráfico que les enseñé recién donde juntamos la información para demostrar 2 cosas. Una es que, gráfico tras gráfico, descubrimos que a los países que les va peor, sin importar su ingreso, parecen ser los más desiguales, y a los que les va bien suelen ser países nórdicos y Japón. Entonces lo que observamos es la disfunción social general relacionada a la desigualdad. Y no es sólo una de las dos cosas que están mal, es la mayoría.




Lo segundo muy importante que quiero mostrarles en este gráfico es que, si se mira la parte inferior, Suecia y Japón, son países muy distintos en muchos aspectos. El lugar de la mujer, cuan cerca se mantienen del núcleo familiar, están en polos opuestos en términos del mundo rico y desarrollado. Pero la otra diferencia muy importante es cómo logran su igualdad superior. Suecia tiene grandes diferencias en ganancias, y reduce esa brecha a través de impuestos, asistencia social general, grandes beneficencias y demás. Sin embargo Japón es un poco diferente. Comienza con diferencias mucho menores en ganancias antes de impuestos. Tiene impuestos más bajos. Tiene menor asistencia social. Y en nuestro análisis de los estados estadounidenses, descubrimos más o menos el mismo contraste. A algunos estados les va muy bien en cuanto a redistribución, otros estados tienen éxito porque tienen menores diferencias en ingresos antes de impuestos. Entonces concluimos que no importa cómo se llega a una mayor igualdad, siempre y cuando se llegue de alguna forma.

No estoy hablando de una igualdad perfecta, Hablo de lo que existe en mercados democráticos ricos y desarrollados. Otro factor sorprendente de esta imagen es que no son sólo los pobres quienes se ven afectados por la desigualdad. Hay algo de cierto en la frase de John Donne's "Ningún hombre es una isla." Y en una serie de estudios, es posible comparar cuan bien les va a las personas en países con más o menos desigualdad en cada nivel de la escala social. Este es sólo un ejemplo. La tasa de mortalidad infantil. Algunos suecos muy amablemente clasifican su mortalidad infantil según el registro británico de clasificación socio-económica general. Entonces anacrónicamente es una clasificación según la ocupación de los padres, entonces los padres solteros van por separado. Pero donde dice "clase social baja" se refiere al trabajo manual no especializado. Pasa a través del trabajo manual especializado de la clase media, luego el trabajo jerárquico no manual, hasta el trabajo profesional: doctores, abogados, directores en grandes empresas.




Aquí ven que a Suecia le va mejor que a Gran Bretaña en todas las escalas sociales. Las diferencias mayores están en lo más bajo de la sociedad. Pero aún en lo más alto, parece haber un pequeño beneficio en pertenecer a una sociedad con más igualdad. Lo demostramos en casi 5 piezas diferentes de información cubriendo resultados educativos y de salud en los Estados Unidos y mundialmente. Y parece ser la imagen generalizada, que una mayor igualdad hace una mayor diferencia abajo en la escala, pero también, tiene ciertos beneficios arriba en la escala.

Debería decirles algunas palabras acerca de lo que sucede. Siento que estoy observando y hablando acerca de los efectos psico-sociales de la desigualdad. Que tienen más que ver con emociones de superioridad o inferioridad de ser valorado o devaluado, respetado o no. Y por supuesto, estas emociones de la competencia de status en la que resulta lleva adelante el consumismo en nuestra sociedad. También lleva a un estado de inseguridad. Nos preocupa más cómo van a juzgarnos y vernos los demás si somos considerados atractivos, inteligentes, y ese tipo de cosas. Aumenta el prejuicio de evaluación social, el miedo a esos prejuicios.

Curiosamente, hay ciertos estudios paralelos sucediendo en psicología social: Alguien revisó 208 estudios diferentes en el que se había invitado a voluntarios a un laboratorio psico-social y se les habían medido las hormonas del estrés y su reacción ante situaciones de estrés. Y en la revisión lo que les interesaba observar era qué tipos de estrés suben de manera confiable los niveles de cortisol. la hormona de estrés principal. Y concluyeron que las tareas que involucraban amenazas de evaluación social; amenazas a la autoestima o al status social en las que otros podrían juzgar nuestro desempeño de manera negativa. Esos tipos de estrés tienen un efecto muy peculiar en la fisiología del estrés.

Se nos ha criticado. Por supuesto, hay personas a las que esto no les gusta y personas a quienes les sorprende. Pero debo decirles que cuando nos critican por elegir y filtrar datos, jamás elegimos ni filtramos información. Tenemos una norma absoluta, si nuestra fuente de información tiene datos de uno de los países que observamos, entonces se incluye en el análisis. Es nuestra fuente de información la que decide si esa información confiable o no, no nosotros. De lo contrario habría parcialidad.

¿Qué hay de los otros países? Hay 200 análisis de salud en relación a los ingresos y la igualdad en publicaciones revisadas por colegas. Esto no está confinado solo a estos países ocultando una demostración muy simple. Los mismos países tienen el mismo índice de desigualdad, problema tras problema. ¿Por qué no controlamos otros factores? Porque demostramos que el PIB per cápita no hace ninguna diferencia. Y por supuesto, otros tratando con métodos más sofisticados en el tema han medido la pobreza y la educación etcétera.

¿Qué hay de la causalidad? La correlación en sí misma no demuestra causalidad Pasamos un largo tiempo. Y sin dudas, las personas saben del nexo causal en algunos de estos resultados. El cambio grande de nuestra comprensión de los motores de la salud crónica en el mundo desarrollado y rico es la importancia de como el estrés crónico de fuentes sociales afecta el sistema inmune, el sistema cardiovascular. Por ejemplo, la razón la que la violencia sea más común en sociedades desiguales se da porque las personas están más propensas a ser despreciadas.




Diría que para lidiar con esto, debemos lidiar con las finanzas después de impuesto y las finanzas antes de impuestos. Debemos restringir los ingresos, el ingreso cultural ventajoso en la cima. Creo que debemos responsabilizar a nuestros jefes por sus empleados de cualquier manera que se pueda. Y creo que la moraleja para que se lleven a casa es que podemos mejorar la verdadera calidad de vida humana reduciendo las diferencias en ingresos entre nosotros. De pronto se podría manejar el bienestar psico-sociales de sociedades enteras, y eso es emocionante.

Gracias."

Fuentes: TED, EqualityTrust