lunes, 7 de diciembre de 2009

Hombres, mujeres, aptitud numérica y estereotipos de género



Las chicas ya son mayoría en casi cualquier tipo de carrera universitaria: 63% en las carreras de Ciencias Sociales y Jurídicas; 64% en Humanidades; 59% en Ciencias Experimentales, y 74% en ciencias de la salud. La excepción es por ello más llamativa que nunca: las ingenierías y demás carreras técnicas, donde las chicas no pasan del 27%. Estas cifras españolas son similares a las del resto de países desarrollados, y se han interpretado tradicionalmente como una consecuencia de la menor aptitud de las mujeres para las matemáticas.



Ninguna mujer hasta la fecha ha ganado una medalla Fields -considerada como el 'Nobel' de las Matemáticas-. Un dato que podría corroborar la extendida creencia de que las chicas son menos capaces para las cuestiones numéricas que los hombres. Sin embargo, un nuevo trabajo concluye que esta idea es falsa y que no existe ningún motivo biológico que haga a las mujeres peores en matemáticas.



El último macroestudio dirigido por la psicóloga Janet Hyde, de la Universidad de Wisconsin (EE UU), acaba de presentarse en Science, y viene a unirse a otros trabajos recientes que también cuestionan la supuesta superioridad masculina en esa disciplina.

Hyde y sus colegas han analizado los resultados en test estandarizados de matemáticas obtenidos por más de siete millones de estudiantes de 10 estados norteamericanos. Pertenecían a los cursos 2º a 11º, que cubren casi toda la enseñanza primaria y secundaria. La conclusión es que las diferencias entre géneros son estadísticamente irrelevantes.

"Simplemente, ya no existen diferencias de género en el rendimiento matemático", dice Hyde. "De modo que los padres y los profesores tienen que revisar sus ideas al respecto".

La menor aptitud media de las chicas para las matemáticas es la razón que se suele aducir para que la escasez de mujeres en las carreras de Ingeniería, Tecnología y Ciencias Exactas, un fenómeno que afecta de modo similar a todos los países desarrollados. Pero los últimos datos descartan esa explicación. ¿A qué se debe entonces el fuerte sesgo de género en estas carreras?



Una razón podría ser que los rasgos psicológicos suelen mostrar en los hombres una dispersión poblacional mucho mayor que en las mujeres. Para cada rasgo, las mujeres se agrupan en una campana de Gauss bastante cerrada en torno a la media, y los hombres forman una campana más amplia. Es decir que había más deficientes mentales en el sexo masculino (CI por debajo de 70), y también más talentos (con CI mayor que 130). Este fenómeno se denomina “hipótesis de la variabilidad” e investigaciones recientes (Andrés Pueyo 1997) confirman que si bien en los valores centrales de las puntuaciones de CI las diferencias entre hombres y mujeres apenas existen, sí aumentan en los extremos de la distribución (infradotados y genios). Por el contrario, las mujeres se agruparían más en torno a la media, lo que implica que exitirían menos casos de superdotación y también menos casos de retraso.

La explicación parece estar en que gran parte del componente intelectual de los individuos está ligado al cromosoma X, la probabilidad de heredar el cromosoma X en el hombre se ve disminuida a una (XY); en tanto que en las mujeres puede suceder una combinación de dos probabilidades (XX) llegándose a promediar un cromosoma X inteligente con un cromosoma X no inteligente dando como resultado una inteligencia más armonizada.

Horst Hameister, investigador de la Universidad de Ulm en Alemania, argumenta que en la media femenina existe una ventaja pero hay más variabilidad en la población masculina diciendo lo siguiente:

“Las mujeres tienden a ser mejores en general en las pruebas de cociente intelectual, que en promedio están en alrededor de 100 puntos, mientras que los hombres tienen un promedio de 99 puntos”..... “Además, más hombres tienen retrasos mentales. Pero cuando usted mira en los cocientes intelectuales de 135 puntos o más, verá más hombres que mujeres”.

Es decir, la inteligencia media de hombres y mujeres es aproximadamente la misma, pues es una extracción de cromosomas X de una misma masa genética mundial. Pero la dispersión de la inteligencia es mayor en los varones, mientras que en las mujeres, presenta valores más aproximados a la media.

En un caso muy simplista, y para su compresión, se puede ejemplicar un matrimonio “equilibrado” donde hombre y mujer tienen ambos una inteligencia de 5 puntos sobre 10. El hombre tiene un gen de inteligencia con valor necesariamente 5. La mujer, por ejemplo, podría tener dos genes con valores 3 y 7, en sus dos cromosomas X, por lo que tendría en promedio una inteligencia de 5 puntos. Supóngase que tienen cuatro hijos; 2 niños y 2 niñas. Si los cromosomas X de la madre se reparten por igual, se tendría:

* Niño 1: cromosoma X de la madre de 7 puntos.
* Niña 1: cromosoma X de la madre de 7 puntos más cromosoma X del padre de 5 puntos. Inteligencia promedio 6.
* Niña 2: cromosoma X de la madre de 3 puntos más cromosoma X del padre de 5 puntos. Inteligencia promedio 4.
* Niño 2: cromosoma X de la madre de 3 puntos.

Los cuatro hermanos tienen inteligencias distintas, aun cuando los padres sean iguales a 5, y además los niños quedarán en los extremos y las niñas en el centro.



De todos modos y aunque no se ha alcanzado consenso entre los especialistas en relación con la naturaleza de estos resultados. Para el caso que nos ocupa, esto debería implicar que los extremos de la distribución -los más torpes y los más hábiles en matemáticas- están ocupados sobre todo por hombres. Si las ingenierías se nutrieran sólo de los estudiantes extremadamente hábiles, quedaría explicado el sesgo de género en esas carreras.

Los investigadores de Wisconsin han examinado esta posibilidad. Entre el 5% de los estudiantes con mejores resultados, hay 1,5 chicos por cada chica. Y la cifra sube a dos chicos por chica si sólo se considera al mejor 1% de los estudiantes.

Esto confirma la hipótesis de la mayor variabilidad masculina, pero no resuelve el misterio del sesgo en las carreras: incluso si las ingenierías sólo se nutrieran del 1% mejor de los estudiantes, la razón de dos chicos por chica significaría un 67% de alumnos y un 33% de alumnas en la carrera. Y la realidad es que en EE UU sólo hay un 15% de alumnas en las ingenierías.

La conclusión es que el sesgo de género en las carreras técnicas no se debe a la supuesta inferioridad femenina para las matemáticas. Algunos datos anteriores ya apuntaban a ello: si se selecciona un grupo de chicas y chicos con igual aptitud matemática, los chicos siguen eligiendo carreras técnicas mucho más que las chicas. El problema, por tanto, parece relacionarse menos con el talento que con la motivación y otros factores psicosociales.

Un reciente estudio dirigido por la psicóloga social Mercedes López Sáez, de la Universidad Nacional de Educación a Distancia, y financiado por el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, analiza precisamente la influencia de esos factores psicosociales en el desequilibrio de las matriculaciones. Un desequilibrio que empieza a gestarse en la elección de modalidad (artes, humanidades y ciencias sociales, ciencias de la naturaleza y de la salud, o tecnología) que las chicas eligen en el bachillerato.


La mayoría de las chicas (55%) eligen la modalidad de Humanidades y Ciencias Sociales; otro 36% prefiere la de Ciencias de la Naturaleza y de la Salud; el 5% se matricula en la de Artes; y sólo el 4% elige la modalidad de Tecnología. Los prejuicios aparecen más instalados aún entre los propios estudiantes, donde "persisten fuertes estereotipos de género asociados a cada especialidad". Mientras que ven humanidades y ciencias sociales como una rama masculina y femenina por igual, sitúan tecnología siempre como una rama masculina. "Claramente", concluyen los autores, "la elección del bachillerato tecnológico de las chicas no se encuentra en este momento reforzada por el entorno social del grupo de pares".

Los estereotipos de los adolescentes (4º curso de ESO) tampoco ofrecen un cuadro muy luminoso: "Los adolescentes creen que la chica más femenina es la de ciencias naturales y de la salud, seguida de la de humanidades y ciencias sociales, siendo la chica del bachillerato tecnológico la considerada menos femenina". Inversamente, "en atribución de masculinidad a los chicos, la mayor puntuación la otorgan al chico del bachillerato tecnológico, seguido del de humanidades y ciencias sociales y del de ciencias naturales y de la salud".

El test para detectar las asociaciones implícitas que establecen los adolescentes ofrece el siguiente resultado: "Las actitudes implícitas hacia las mujeres médicas son más positivas que hacia las mujeres ingenieras; las actitudes implícitas hacia los hombres ingenieros son más positivas que hacia los hombres médicos; las actitudes hacia las mujeres médicas son más positivas que hacia los hombres médicos; y las actitudes hacia los hombres ingenieros son más positivas que hacia las mujeres ingenieras".


Otro estudio realizado en Italia entre 1985 y 2005 parece confirmar esta teoría, el estudio realizado a 30.000 estudiantes evaluaba tipo de escuela, la nota del equivalente a Selectividad en España, el tipo de bachiller escogido, el tipo de carrera escogida por los individuos que han optado por la universidad, los años transcurridos en finalizar los estudios,  así como la nota media final de los estudios universitarios.

Los autores concluyen que la elección de área de conocimiento por parte de las mujeres de su muestra viene claramente dictada por diferencias en preferencias y no en habilidades. Las diferencias en preferencias pueden provenir de simples diferencias en “gustos” por las materias  que se imparten en los diferentes estudios, y/o por la consideración de aspectos profesionales que pueden relacionarse con el tipo de trabajo posterior más allá de los salarios – ya que los mayores salarios se obtienen en las profesiones relacionadas con la Ingeniería y las Matemáticas.

Fuente

1 comentario :

  1. La inteligencia ligada al cromosoma X fue cuestionada durante mucho tiempo, y ahora se ha llegado a la conclusion de que no es importante en ello, siendo las celulas gliales (no ligadas a cromosomas sexuales y mas abundantes en hombres) las que realmente definen la inteligencia.
    El cromosoma X tiene que ver con la discapacidad mental, si, pero no con la inteligencia fuera de esta condicion, es decir, si los cromosomas X de alguien son sanos no tendra problemas de retraso, pero no nos dice nada de sobre su inteligencia.
    En las mujeres, al tener dos cromosomas X, se expresa un gen u otro, no ambos; tampoco se promedian, si asi fuera habria mas mujeres hemofilicas pues el gen sano se "promediaria" con el gen malo dando convirtiendolos en algo mas que portadoras (es un ejemplo, en realidad la hemofilia en mujeres se debe a mutaciones posteriores, pues ellas no resisten dos cormosomas X hemofilicos, los fetos se pierden). Siguiendo con lo de la inteligencia, si los cromosomas X tuvieran el peso que se creía en la capacidad intelectual, las mujeres siempre usarien el mejor de ambos, lo que aumentaria su prescencia en la parte derecha de la campana, pero no es así.
    En cambio, varios estudios revelan que en promedio el IQ de hombres es 5 puntos superior al de las mujeres.
    Todo esto vuelve al sexo femenino, un sexo menos inteligente.

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