Desde que el hombre apareció en su forma actual, hará medio millón de años, prácticamente todo su esfuerzo y su tiempo lo ha dedicado a procurarse alimentos, vestidos y un refugio donde vivir, y sólo muy recientemente, hace apenas cien o doscientos años, y en pocos países al principio, una parte de la población empezó a salir al fin de la extrema pobreza y miseria en la que el hombre ha vivido durante 5.000 siglos. Si a principios del siglo XIX había unos 100 millones de personas que vivían dignamente (el 10 por ciento de la población mundial, que ya es mucho suponer), actualmente entre 3.000 y 4.000 millones tienen cubiertas todas sus necesidades básicas.
El último informe del Banco Mundial calcula que casi 1.200 millones de personas viven actualmente con una renta máxima de un dólar diario, lo que supone que cerca de la cuarta parte de la humanidad se encuentra en una situación de extrema pobreza, sin poder cubrir siquiera sus necesidades nutritivas. El mismo informe estima que, si pobreza es "tener hambre, carecer de cobijo y ropa, estar enfermo y no ser atendido, y ser iletrado y no recibir formación", el 46 por ciento de la población mundial padecería estas condiciones ya que 2.800 millones de personas viven con menos de dos dólares diarios.
Se ha calculado la diferencia de rentas per capita a mediados del siglo XVIII y se estima que la de Europa occidental era sólo un 30 por ciento superior a la de la China y la India, la misma desigualdad que existe ahora entre España y Bélgica. Al comenzar el siglo XIX, la diferencia entre los países más ricos y más pobres del mundo era ya de tres a uno; en 1900, de diez a uno y, en la actualidad, la desigualdad de rentas llega a ser de 60 a uno. Pero la experiencia enseña también que es posible abandonar el pelotón de rezagados y unirse a los que van en cabeza, como recientemente han hecho algunos países del Sudeste asiático e Irlanda.
Actualmente los países con mayor PIB nominal total son los que podemos observar en la siguiente imagen, puede apreciarse el dominio ejercido por Estados Unidos, así como la progresiva importancia que está tomando China en la economía global (y que es esperable que se incremente en el futuro)
Si evaluamos el PIB global de todas las naciones y tenemos en cuenta además su población y la paridad de poder de compra, de forma que logramos eliminar las distorsiones creadas por los diferentes niveles de precios en cada país, obtenemos un valor que se ajusta mucho más a la riqueza relativa de las naciones del planeta, siguiendo ese criterio tendemos la situación que reflejan las tablas que se mostrarán posteriormente. Destacar como los países emergentes pese a destacar en los valores absolutos, se pierden en la clasificación cuando se analiza la renta por habitante (China se queda en el puesto 83, India en el 112), lo que evidencia que su empujón económico se basa en la incorporación masiva de población al mercado laboral; y que aún persisten en ellos amplias bolsas de pobreza.
A grandes rasgos, lo que observamos es el resultado de la evolución de la historia económica del planeta durante los dos últimos siglos, y es que la eliminación de la pobreza hasta entonces crónica de la humanidad, comienza su andadura en la segunda mitad del siglo XVIII en Inglaterra gracias a la Revolución Industrial, y se va extendiendo rápidamente a los países del Norte, tanto los europeos como los americanos, durante el siguiente siglo. Los países europeos del Sur se suben mucho más tarde al tren de la industrialización; unos, como Italia, en la posguerra, y otros, como España y Portugal, ya en los años sesenta y setenta. Irlanda es un caso atípico de un país septentrional que consigue una tardía, aunque espectacular, expansión. Y también recientemente varios países asiáticos están alcanzando rentas por habitante cercanas a las de los países desarrollados, como Taiwan, Singapur, Malasia y Corea del Sur, emulando el espectacular crecimiento de Japón en la segunda mitad del siglo pasado. Corea del Sur por ejemplo era hace 30 años más pobre que Marruecos y hoy tiene una renta diez veces superior a la de esta nación norteafricana, y un nivel similar a Portugal.
El resto de las regiones del mundo salvo contadas excepciones se mantienen, por el contrario, con economías agrarias y con niveles de vida cercanos a la mera subsistencia, es decir, sólo algo mejor de como vivían todos los habitantes de la Tierra hace 200 o 300 años. Lo que ha ocurrido en el mundo durante los dos últimos siglos es algo parecido a una carrera donde unos corren mucho y otros muy poco, por ello, la ventaja del grupo de cabeza sobre el resto es cada vez mayor, lo que en términos económicos se traduce en una creciente desigualdad.
Igualmente es necesario desmontar otra falsa opinión, no es cierto como se suele decir, que las regiones más pobres hayan empeorado sus condiciones absolutas, aunque sí su pobreza relativa con relación al desarrollo medio mundial. Sin embargo, es verdad que en periodos coyunturales la situación económica de algunas zonas puede llegar a empeorar, como ha sucedido durante la década pasada en el Africa subsahariana y en Latinoamérica. Según el informe del Banco Mundial donde sí se ha producido un terrorífico retroceso es en la Europa del Este, donde la población que vive en condiciones de extrema pobreza ha pasado de 1,1 millones en 1987 a 24 en 1998.
Distribución de la riqueza global por deciles. |
Igualmente, hay que destacar un hecho significativo, en 1989, un 41% de la población mundial vivía en condiciones de pobreza extrema (ingresos por debajo de $1,25 al día). El año pasado, este porcentaje rondaba el 15% de la población mundial. Si en vez de mirar porcentajes observamos cifras absolutas, los resultados son aún más espectaculares: en los últimos cinco años 500 millones de seres humanos han abandonado la pobreza más absoluta, y empiezan a ver los beneficios de esto que llamamos “civilización”.
El aumento más grande tuvo lugar alrededor de la media: un aumento del 80% en la media y un 70% alrededor de ella. Es precisamente en este grupo (entre el percentil 50 y 60) en el que se encuentran 200 millones de chinos, 90 millones de indios y unos 30 millones de indonesios, brasileños y egipcios. Dicho de otro modo, el 1% superior y las clases medias de los países emergentes son los auténticos ganadores de la globalización.
Por contra los perdedores son aquellos situados entre el percentil 75 y el 90 de la distribución global, cuyos ingresos se han mantenido estables o se han reducido alrededor de un 5%. Este grupo sería el de la “clase media-alta global”, y está formado por países de la antigua Unión Soviética, América Latina y aquellos ciudadanos de países ricos cuyos ingresos se han estancado.
Two centuries ago your chance of living in poverty was 94%
Today it is down to 14%
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— Max Roser (@MaxCRoser) agosto 11, 2015
El aumento más grande tuvo lugar alrededor de la media: un aumento del 80% en la media y un 70% alrededor de ella. Es precisamente en este grupo (entre el percentil 50 y 60) en el que se encuentran 200 millones de chinos, 90 millones de indios y unos 30 millones de indonesios, brasileños y egipcios. Dicho de otro modo, el 1% superior y las clases medias de los países emergentes son los auténticos ganadores de la globalización.
Imagen vía @eldiarioes |
Por contra los perdedores son aquellos situados entre el percentil 75 y el 90 de la distribución global, cuyos ingresos se han mantenido estables o se han reducido alrededor de un 5%. Este grupo sería el de la “clase media-alta global”, y está formado por países de la antigua Unión Soviética, América Latina y aquellos ciudadanos de países ricos cuyos ingresos se han estancado.
País por país, y centrándonos en los países que mejor han evolucionado hay algunos casos increíbles. En China el porcentaje de habitantes que viven por debajo del umbral de pobreza ha caído del 85% en 1981 al 15% el 2005. India ha caído del 60 al 40%. Brasil del 17 al 8%, con una redistribución substancial de la renta y una caída notable del nivel de desigualdad. Si excluímos estos tres países, por cierto, los datos siguen siendo sorprendentemente buenos. En los últimos cinco años la pobreza en la África subsahariana ha caído del 54 al 46%, un descenso considerable – y lo más notable, la continuación de una mejora sostenida en los últimos veinte años. En el sudeste asiático el porcentaje ha caído a la mitad, del 40 al 20%. America Latina (que tenía menos pobreza extrema que otras regiones) ha sacado diez millones de personas del hoyo en cinco años y ha pasado de unos niveles de pobreza del 48,4% en 1990 al 30,4% en 2011. Sigue siendo un nivel dramáticamente elevado, pero la mejora, al menos estadística, es significativa y marca mínimos históricos en la región. Las cifras son realmente increíbles, nunca vistas en la historia de la humanidad
Evolución tasa pobreza en Latinoamérica |
Si comparásemos la evolución de la renta per cápita entre 1950 y la actualidad veríamos una serie de aspectos bastante destacables. Hace 60 años teníamos un escenario en el que Estados Unidos era sin ninguna discusión el país más rico del planeta, seguido de otra serie de países occidentales que no habían sido especialmente afectados por la Segunda Guerra Mundial, es el caso de Suiza, Nueva Zelanda, Australia o Canadá. Posteriormente encontrábamos a los países escandinavos y del norte de Europa. Países como España, Grecia, Irlanda, Portugal o incluso Italia, sin embargo se encontraban a años luz de los países más ricos del planeta y su evolución ha sido espectacular en este periodo, en el caso español nos encontrábamos con una economía poco industrializada y la gran mayoría de la población gastaba toda su renta en alimentación, vestidos y vivienda, lo que quiere decir que estabamos cerca o no llegabamos al límite de la subsistencia. La renta per cápita de España hace 60 años se equiparaba con la de países como Polonia, Sudáfrica, México o Perú.
En el polo opuesto vemos países que en cambio no han seguido una senda equilibrada ni estable de desarrollo económico, el caso de Sudamérica es el más paradójico pero especialmente lo acontecido en Venezuela y Argentina. Argentina por ejemplo doblaba el PIB de España en 1950 y se codeaba con los países más ricos del planeta, superando en renta per cápita a Francia, Noruega o Alemania. Sesenta años después ha visto como su crecimiento se ha visto muy ralentizado perdiendo el tren respecto a otras regiones del planeta, a modo de ejemplo actualmente España dobla el PIB per cápita de Argentina. Veámoslo en la siguiente gráfica interactiva...
Como hemos podido ver con anterioridad en esta entrada la economía de Estados Unidos es enorme, tanto que cuesta hacerse una idea de su envergadura. Es, por ejemplo, equivalente a la suma de China, Japón e India. La revista The Economist ha realizado un interesante ejercicio de contextualización de las economías de los distintos Estados de EEUU, comparándolos con países. Es bien sabido que, por ejemplo, si California fuera un país independiente tendría derecho a pertenecer al G-7. Concretamente, desplazaría a Italia de tan selecto club.
El estado de Texas con las ciudades de Houston y Dallas a la cabeza genera una actividad económica equivalente a la de Rusia (cuyo territorio es 24 veces mayor), mientras que el PIB del Estado de Nueva York es parecido al de Australia, decimotercera economía mundial, un puesto por debajo de España. El Estado menos pujante de la Confederación es Vermont, en Nueva Inglaterra, con unos 23.000 millones de dólares anuales de PIB, poco más o menos el equivalente a Yemen, la economía número 87 de los 181 países listados por el FMI (y que tiene una población 30 veces mayor).
De igual forma la economía de Florida es comparable en volumen con la de Holanda, la del estado de Illinois (Chicago) con Turquía o la de Pennsylvania (Philadelphia) con la de un país de las dimensiones de Indonesia.
En otras palabras: si los 50 Estados que conforman EEUU se inscribieran en la ONU como otros tantos países coparían la mitad superior de la tabla de las mayores economías del planeta. Otro cantar sería el medallero olímpico, en el que China o Alemania harían papilla a las selecciones de Nevada y Oregón...
España y Europa
Actualmente y centrándonos en la situación española y según datos de Eurostat, el PIB por habitante español se situa en el 101% de la media de la Unión Europea en paridad de poder de compra. Eso permite a España mantenerse por delante de Italia (la diferencia es mínima 101% frente a 100% y casi insignificante estadísticamente), la crisis ha alejado el sueño de superar al país vecino, Francia, el país que le precede, con un 107% de la media de la UE.
En la lista, además de Luxemburgo, los países con un mayor PIB por habitante son Holanda (134%), Irlanda (125% de la media comunitaria pese a la dureza de su crisis), Austria (125%) y Suecia (123%). Los últimos son Bulgaria (43%), Rumanía (45%), Letonia (52%) y Lituania (58%). En términos generales, las diferencias entre los países más ricos y los más pobres se han agrandado durante la crisis.
En la lista, además de Luxemburgo, los países con un mayor PIB por habitante son Holanda (134%), Irlanda (125% de la media comunitaria pese a la dureza de su crisis), Austria (125%) y Suecia (123%). Los últimos son Bulgaria (43%), Rumanía (45%), Letonia (52%) y Lituania (58%). En términos generales, las diferencias entre los países más ricos y los más pobres se han agrandado durante la crisis.
Extremadura es la única región española con una renta per cápita inferior al 75% de la media europea, concretamente, la comunidad extremeña alcanzó un PIB del 72,4%. Mientras tanto, el País Vasco (137%), Madrid (136%) y Navarra (132%) son los tres territorios del Estado español más prósperos. La evolución de su renta les permite, además, situarse entre las 40 regiones más ricas de la UE, según los últimos datos de la oficina europea de estadística Eurostat.
Otras seis autonomías registraron rentas superiores a la media europea. Este fue el caso de Cataluña (123%, Aragón (114%), Baleares (113%), La Rioja (112%), Cantabria (105%) y Castilla y León (101%). Siguen con una renta inferior a la media europea ocho comunidades: Asturias (97%), Comunidad Valenciana (95%), Melilla (94%), Canarias (93%), Galicia (89%), Murcia (87%), Castilla-La Mancha (81%) y Andalucía (81%).
Ranking de regiones españolas por PIB (antes y después de la crisis). pic.twitter.com/IqteFYSdxR
— Kiko Llaneras (@kikollan) agosto 7, 2014
¿Qué sucedería si comparamos las comunidades autónomas españolas con otras regiones del planeta?
Si comparamos el PIB per cápita tendremos la siguiente situación
Fuentes: Elaboración propia, Wikipedia, graficos.lainformacion, cookingideas, economist, liberalismo.org, politikon