Nuestro cerebro nos engaña muchas más veces de lo que imaginamos. Nos engaña cuando recordamos y cuando pensamos en nosotros mismos. Cuando soñamos y cuando percibimos la realidad que nos rodea.
Aunque si parezca, lo cierto es que la imagen previa no se mueve, es nuestro cerebro el que nos engaña ya que percibe este tipo de ilusiones ópticas como movimientos reales.
Nuestro cerebro finge, adultera, falsifica. Pero tiene buenas razones para hacerlo. Para nuestro cerebro es más importante contarnos una historia consistente que contarnos una historia verdadera. Tiene muy claro que el mundo real es menos importante que el mundo que necesitamos.
¿Qué parte es real y cual reinventada? Y la memoria, ¿qué papel juega? Los humanos, ¿somos producto de la memoria o de nuestra imaginación?
No hay comentarios:
Publicar un comentario