¿A quien no le ha pasado alguna vez, estar hablando o haciendo algo y decir esto ya lo he vivido?. El Deja Vu (ya visto, en francés), así se llama a este fenómeno, es como un vago recuerdo al revés, es esa imagen latente que existe sin haber sido pintada, fotografiada, filmada o gravada, describe la experiencia de sentir que uno ha sido testigo o ha experimentado previamente una situación nueva.
La experiencia del "déjà vu" suele ir acompañada por una convincente sensación de familiaridad, y también por una sensación de sobrecogimiento o extrañeza. La experiencia previa es con frecuencia atribuida a un sueño, aunque en algunos casos se da una firme sensación de que la experiencia ocurrió auténticamente en el pasado. También ocurre, con menos frecuencia, el fenómeno contrario, al que se le llama por semejanza "jamais vu" (jamás visto), cuanto se siente que las cosas familiares son vistas por primera vez.
Científicos británicos han abierto una nueva brecha en la investigación del sorprendente fenómeno del "déjà vu", que afecta al 70% de la población y para el que la ciencia no tiene todavía una explicación concluyente. Aunque se asocia con una alteración de la memoria, las investigación se ha complicado al constatarse que no es únicamente una vivencia ocasional, sino que hay personas que siempre tienen la sensación de que están reviviendo el presente.
Recordar cosas que aún no se han vivido es un fenómeno popular y científicamente conocido como déjà vu. Afecta al 70% de las personas, particularmente a las de edades comprendidas entre los 15 y 25 años, según estudios formales. Para el doctor Arthur Funkhouser, hay tres tipos de experiencias que se recogen bajo esta denominación: el ya visto, el ya sentido, el ya visitado.
La ciencia no ha descubierto todavía los mecanismos que pueden provocar esta vivencia subjetiva, que no puede compartirse con otras personas, que es fugaz para la memoria y sutil para la investigación médica.
Las hipótesis que avanza la ciencia para explicar este fenómeno son diversas. Psicólogos y neurólogos consideran el déjà vu como una alteración de la memoria. Los psicoanalistas piensan que es resultado de los sueños diurnos y de las fantasías inconscientes de la persona.
Según el psiquiatra holandés Herman Sno, los recuerdos se acumulan en forma de hologramas y cuando la memoria acude a ellos, puede fabricar un recuerdo completo a partir de un pequeño detalle, originando la sensación de que la experiencia ya era conocida. Por eso ocurre, según esta hipótesis, que cuando en una experiencia nueva el cerebro identifica un detalle asociado a otra experiencia anterior, incorpora los sentimientos vividos en la primera experiencia produciendo la sensación de que la estamos viviendo por segunda vez.
Lo más curioso de los déjà vu es que las personas que los padecen pueden recordar detalles muy específicos de hechos que aún no han llegado a ocurrir. Esto sugiere que las sensaciones asociadas a los recuerdos podrían estar separadas de los contenidos de la memoria, es decir, que habría dos sistemas diferentes en el cerebro que deberían trabajar unidos para que la memoria y sus sensaciones coincidieran, produciendo en las personas una percepción conjunta.
Los ciegos también pueden experimentar la sensación de 'déjà vu'
Científicos ingleses han comprobado que la sensación de déjà vu puede ser percibida también por personas ciegas a través de olores, sensaciones táctiles y sonidos, lo que cuestiona la teoría de que esta experiencia, también conocida como paramnesia, se origina mediante un registro cerebral desacompasado de las imágenes que nos llegan a través del nervio óptico. Se trata del primer caso registrado en literatura científica que contradice la necesidad de estímulos ópticos para sentir esa “familiaridad” de hechos que aún no han acontecido.
Fuente: tendencias21.net
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