martes, 10 de junio de 2014

La ciencia de la introversión

¿No te gustan las multitudes y te gusta la idea de disponer de un fin de semana sin ningún plan previsto y poder disfrutar de tu tiempo libre estando en casa? ¿Te resulta agotador estar rodeado de gente todo el tiempo (incluso si se trata de personas con las que te llevas bien)? ¿Prefieres pasar la noche del sábado en un bar lleno de gente o prefieres otro plan más sosegado? Tal vez tus respuestas a estas preguntas son claras o tal vez te encuentras en algún punto entre ambos extremos. Sean cuales sean tus respuestas, el origen de tus preferencias se debe a la forma en que tu cerebro responde a las recompensas.




Una manera rápida, fácil y bastante exacta para determinar la tipología de una persona es tener en cuenta qué es lo que ésta suele hacer cuando se siente estresada, cansada, abrumada o exhausta, ¿qué suele (o quiere) hacer para sentirse mejor?, ¿qué busca o necesita para relajarse?. Lo que le funciona mejor para recargar las baterías a nivel psicológico. Por lo general, hay dos tipos de respuestas a esta pregunta.

Quienes responden que para recargar sus baterías prefieren quedarse en casa, leer un libro, tomar un baño, meditar, escuchar música, y principalmente en solitario, muy probablemente tienden hacia el polo introvertido. Por contra quienes tienden a responder que prefieren "salir y estar con la gente, ir a una fiesta o hacer algo emocionante" se trata de personas que tienden hacia el polo extrovertido.

Aunque los introvertidos y los extrovertidos podría parecer que provienen de diferentes planetas, la introversión y extroversión se distribuyen normalmente en una dimensión continua. Hay pocas personas extremadamente extrovertidas al igual que pocos introvertidos extremos, la mayoría de la gente comparte rasgos de ambos, serían los ambivertidos. Los ambivertidos tienen tendencias tanto extrovertidas como introvertidas. Esto significa que por lo general disfrutan de estar alrededor de la gente, pero con un determinado límite. Del mismo modo, disfrutan de la soledad y el silencio, pero no por mucho tiempo. Un ambivertido recarga sus niveles de energía con una mezcla de interacción social y tiempo a solas.

Imagen vía bufferapp


Aunque no hay una línea divisoria precisa, hay un montón de personas introvertidas alrededor (se estima que en torno a un tercio). Es solo que los sesgos perceptivos nos llevan a sobreestimar el numero de extrovertidos que hay entre nosotros (son mas ruidosos y tienden a acaparar la atención). Ese sesgo se ve reforzado por los medios de comunicación, que tienden a priorizar el dinamismo, el entusiasmo y la locuacidad (características propias de la extroversión).

Test de introversión, con cuantas más sentencias se identifique una persona más introvertida es.

¿Qué provoca estas diferencias de comportamiento y preferencias a la hora de disfrutar del tiempo libre?, ¿cuál es la base científica?

Que alguien sea extrovertido o reservado está determinado por la neuroanatomía y la neuroquímica. La introversión y la extroversión, como otros rasgos principales de personalidad como la amabilidad o la escrupulosidad, se considera que son hereditarias en torno al 40 a 50 por ciento.

No es algo exclusivo del género humano. En el reino animal los científicos han descubierto que aproximadamente el 20 por ciento de los miembros de muchas especies son definidos como "lentos", mientras que el otro 80 por ciento (dentro de la misma especie) son tipos "rápidos" que se aventuran ante el riesgo sin mirar tanto a su entorno.

Esos animales lentos son a menudo descritos como tipos tímidos y sensibles. Son observadores y detectan señales y aspectos que pasan inadvertidos para sus compañeros más agresivos e impulsivos. Esa diversidad de personalidades en el reino animal ha superado el implacable proceso de la selección natural y ha terminado resultado beneficiosa y útil para multitud de especies, al igual que ocurre en el caso del ser humano.

Los introvertidos son personas muy sensibles a la dopamina, por lo que una sobredosis de estimulación externa les agota. Por el contrario, los extrovertidos no pueden obtener suficiente dopamina por lo que necesitan adrenalina para que su cerebro la produzca, de ahí que el cerebro del extrovertido tienda a empujarlos hacia la búsqueda de la novedad, la toma de riesgos y el disfrute de situaciones desconocidas.

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Diversas investigaciones han demostrado además que los estímulos que entran en nuestro cerebro se procesan de manera diferente dependiendo de nuestra personalidad. Para las personas extrovertidas, la ruta es mucho mas corta y atraviesa áreas en las que se procesan el gusto, el tacto, y el procesamiento sensorial visual y auditivo. Para los introvertidos, los estímulos recorren un camino diferente, más largo y complicado, estando implicadas áreas del cerebro asociadas a los recuerdos, la planificación y la resolución de problemas.



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Estudios de neuroimagen que miden el flujo sanguíneo cerebral también revelan que entre los introvertidos, la activación se centra en la corteza frontal, responsable de recordar, planificar, tomar decisiones y resolver problemas -el tipo de actividades que requieren concentración e introspección-.

Los introvertidos y los extrovertidos se pueden distinguir también según sus diferencias en el tamaño de las estructuras cerebrales responsables de la sensibilidad a la recompensa. Los introvertidos presentan un estado de reposo más alto de la excitación, lo que se traduce en que "no necesitan el mismo tipo de entretenimiento al aire libre". Los extrovertidos son sociables porque sus cerebros son buenos en el manejo de múltiples demandas que compiten por su atención (justo en lo que se basan las comunicaciones en fiestas y cenas multitudinarias).

¿Cómo es la personalidad base de un introvertido?

Los científicos saben ahora que mientras que los introvertidos no tienen ninguna ventaja especial en la inteligencia, parecen procesar más información que los demás en cualquier situación dada. También lo hacen mejor en ambientes silenciosos, e interactuando de uno a uno. 

El extrovertido "tipo" prefiere la acción a la contemplación, la certeza a la duda. Tiende a la toma de decisiones rápidas incluso a riesgo de equivocarse, trabaja bien en equipo y socializa en grupos. Disfruta en presencia de grupos grandes y le gusta captar atención social, son mayoría en grupos de voluntariado, clubes y organizaciones sociales. Disfrutan de redes amplias de apoyo social, son audaces y expansivos. Las personas extrovertidas tienen más parejas sexuales que los introvertidas, son más propensas al adulterio y se divorcian con más frecuencia. Generalmente tienen mayores ambiciones económicas, políticas y hedonistas que alguien introvertido.

En ocasiones pueden llegar a manifestar una relativa ceguera ante el peligro, muy beneficiosa en según qué ámbitos, y que puede explicar por qué los extrovertidos son más propensos que los introvertidos a incurrir en actos violentos, sufrir accidentes, tener relaciones sexuales de riesgo o participar en deportes peligrosos.





A diferencia de los extrovertidos, que disfrutan de la atención social y que son la vida y el alma de la fiesta, los introvertidos necesitan mucho tiempo de silencio, tranquilidad y reflexión. Anhelan tiempo a solas y son más felices en su propio mundo interior. Suelen trabajar de forma más lenta y deliberada y les gusta concentrarse en una tarea a la vez. Tienen buena capacidad de concentración y son relativamente inmunes a las tentaciones de la riqueza y la fama. Escuchan más de lo que hablan, piensan antes de hablar, y a menudo se expresan mejor por escrito que en una conversación. Tienden a rechazar el conflicto y prefieren pasar inadvertidos.

Los introvertidos y los extrovertidos difieren en el nivel de estimulación externa que necesitan para funcionar bien. Si se fuerzan en exceso, acaban mental y emocionalmente exhaustos. Los que están en trabajos que requieren mucha actividad social con frecuencia necesitan buscar refugios de introspección para recargar baterías. Una tarde a solas, tranquila, viendo por ejemplo una serie de televisión, no se considera entre los introvertidos un tiempo malgastado, por el contrario, se ve como una necesidad para reunir energía para volver a salir nuevamente al mundo.


 Recomendable y didáctica charla TED realizada por Susan Cain


La ansiedad y la depresión son más frecuentes entre los introvertidos que entre los extrovertidos. En general, los introvertidos son más autocríticos y también más realistas en sus autoevaluaciones. También son menos dados a caer en excesos de confianza, tanto respecto a sus propias aptitudes como respecto a hablar de sí mismos a los demás. Las personas más introvertidas suelen revelar muy poco de su vida privada.

A nivel universitario, la introversión predice el rendimiento académico mejor que la capacidad cognitiva. El motivo no está relacionado con la inteligencia (los dos tipos son igual de inteligentes) sino con los rasgos propios del introvertido como la capacidad para seguir un plan, una disciplina, resistir a la frustración o retrasar la gratificación, una habilidad fundamental asociado con todo.


                      

Los introvertidos tienden a ser buenos observadores que miran antes de saltar y les gusta organizar sus vidas de manera que se limiten las sorpresas e imprevistos. Parte de la naturaleza de los introvertidos es una mayor sensibilidad a los estímulos inesperados. Si se le dice a un extrovertido que un plan previsto ha cambiado (cambiar por ejemplo de una cena privada a una fiesta multitudinaria) no tendrá problema en implicarse con el mismo entusiasmo, el introvertido al contrario lo más normal es que muestre contrariedad por el cambio radical. Una de las mejores cosas que puede hacer para un niño introvertido es trabajar con él en su reacción a la novedad. Es importante recordar que los introvertidos reaccionan no sólo a nuevas personas, sino también a nuevos lugares y eventos. La clave consiste en exponerse poco a poco a las nuevas situaciones respetando sus límites y sin apresurarles.

Los niños altamente reactivos (introvertidos) que disfrutan de una buena crianza y un ambiente familiar estable tienden a tener menos problemas emocionales y más habilidades sociales que sus pares menos reactivos. A menudo son extremadamente empáticos, cuidadosos y cooperativos. Son amables, y fácilmente influidos por la crueldad, la injusticia y la irresponsabilidad. A los cuatro años los niños introvertidos son menos propensos que sus pares a engañar o romper las reglas, incluso cuando creen que no pueden ser capturados o descubiertos.



Los niños y adolescentes introvertidos son más propensos a convertirse en la edad adulta en artistas, escritores, científicos o pensadores, tanto por sus características innatas como por el hecho de que su aversión a la novedad les provoca que pasen mucho tiempo dentro del entorno familiar y en su propio mundo interior. Los adolescentes que son demasiado sociables en cambio raramente encuentran tiempo para estar a solas y eso tiene un impacto importante a la hora de cultivar y desarrollar los talentos intelectuales o artísticos.

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Fuentes: Quiet de Susan Cain, TED, Scientific American, Psychology Today (1, 2, 3, 4), BBC, BusinessInsider,  RefugioAntiaereo (1, 2), Ednewsdaily, Bufferapp, io9, DailyMail, LifeHacker, Buzzfeed

Algunos mitos acerca de la introversión

Posiblemente el lugar en el nos ubicamos en el espectro introvertido-extrovertido se trate del aspecto más importante de nuestra personalidad. Nuestra introversión-extroversión influye en nuestra elección de amigos y pareja, en cómo mantener una conversación, cómo resolver diferencias o en cómo manifestamos nuestros afectos.

        

Nuestra tipología influye en nuestra forma de vestir, nuestro peinado, la forma en que pasamos nuestro tiempo libre, los riesgos que tomamos, lo entusiastas que somos, las películas que preferimos y el filtro con el que observamos el mundo.

Pese a todo siguen existiendo muchas concepciones populares y erróneas acerca de la introversión, especialmente entre los que no lo son (generalmente una persona extrovertida no entiende de forma innata la personalidad y el comportamiento de una persona introvertida)

Aquí están algunas ideas falsas comunes atribuidas a las personas introvertidas

A los introvertidos no les gusta hablar.

Los introvertidos simplemente no hablan a menos que tengan algo que decir, pero les encanta hablar de los temas e ideas que captan su interés. Resulta sencillo detectar a un introvertido basándonos en su estilo de conversación. Generalmente son quienes escuchan y observan. No saltan en las conversaciones sobre la base de un impulso, sino más bien, toman tiempo para evaluar, construir y compartir sus opiniones. Les gusta pensar antes de responder y buscar hechos antes de emitir opiniones. Mientras los extrovertidos piensan a la vez que hablan los introvertidos prefieren interacciones de ritmo lento que permitan espacio para la reflexión.

Un introvertido además no lucha para ser escuchado por otras personas o captar el interés de una conversación. En cambio su diálogo interno no cesa, si quieres que ese diálogo interior cristalice en una conversación lo único necesario es ofrecerle un entorno, una compañía y una temática que le motive.





A los introvertidos no les gusta la gente ni la vida social

Probablemente el malentendido más común es que los introvertidos son antisociales y los extrovertidos son pro-sociales. La realidad es que ambos manejan de forma diferente su socialización. De forma general un introvertido no tiene problemas en salir en público y asistir a eventos sociales, sin embargo, si tienen que elegir prefieren optar por otro tipo de planes que se adaptan mejor a su personalidad.

Lo que los psicólogos llaman "necesidad de intimidad" está presente tanto en introvertidos como en extrovertidos y ambos tienen la misma probabilidad de ser una compañía agradable. Está demostrado que no existe correlación entre la extroversión y la cordialidad (dos dimensiones de personalidad evaluadas en el modelo de los cinco grandes), de hecho los introvertidos suelen puntuar más en esa última. Como señala el psicólogo David Buss las personas que más valoran la intimidad por lo general no suelen ser las más "ruidosas, sociables y extrovertidas" sino precisamente las más introvertidas, siendo más propensos a ser personas con un selecto grupo de amigos y personas cercanas que prioriza las conversaciones sinceras y significativas antes que las fiestas multitudinarias. Las personas con mayor sensibilidad también tienden a ser introvertidas.

Un introvertido no tiene problema con estar alrededor de la gente, lo que sucede es que su tiempo de exposición es limitado, se cansa y se siente sobreestimulado muy pronto. Pasarse más de dos horas en una fiesta puede llegar a ser agotador para un introvertido. Los introvertidos no sienten el deseo ni tienen la energía para estar en público durante horas interminables. De hecho es muy habitual que un introvertido se sienta agotado sin haber hecho trabajo físico, sólo por interaccionar mucho con la gente.

Imagen vía themetapicture


Esta realidad resulta muy dificil de comprender para una persona puramente extrovertida. Todos nos solidarizamos con una persona que ha dormido poco y llega a casa del trabajo demasiado cansada para hablar, pero es más difícil de entender que la sobreestimulación social pueda llegar a ser tan agotadora

Un introvertido no pasa el tiempo a solas porque no le guste la gente o porque desprecie la compañía. Para los introvertidos, disponer de tiempo para estar a solas es tan reparador como dormir, y tan necesario como el comer.

              


Los introvertidos son tímidos.

La timidez es el miedo a la desaprobación social o la humillación, mientras que la introversión es la preferencia por los ambientes no estimulantes. Los introvertidos no tienen necesariamente miedo de la gente. Lo que necesitan es una razón para interactuar. No interactúan porque sí. Si deseas hablar con un introvertido, simplemente empieza a hablar respetando su espacio personal.

Una de las razones de que la gente confunde los dos conceptos es que a veces se superponen (aunque los psicólogos debaten en qué grado). 



Algunos psicólogos clasifican las dos tendencias en ejes verticales y horizontales, con el espectro introvertido-extrovertido en el eje horizontal, y el espectro ansioso-estable en el vertical. Con este modelo, tendríamos cuatro cuadrantes de sus diferentes tipos de personalidad: extrovertidos tranquilos, extrovertidos ansiosos, introvertidos tranquilos, y los introvertidos ansiosos y cada uno de esos perfiles tendría un comportamiento diferente.

En otras palabras, se puede ser una persona extrovertida tímida (por ejemplo Barbra Streisand que pese a su forma de ser expansiva tendía que paralizarse debido al miedo escénico) o una persona introvertida pero no tímida, como Bill Gates, que pese a su introversión destaca por su estabilidad y no suele inmutarse por las opiniones ajenas.

Los introvertidos son distantes 

Los introvertidos suelen ser individualistas y generalmente no siguen a la multitud. No toman la mayoría de sus decisiones sobre la base de lo que es popular o está de moda. Sus cerebros son menos dependientes de los estímulos y recompensas externas para sentirse bien. Y aunque es cierto que suelen revelar poco de su vida privada y necesitan menos interacción social y más tiempo individual si encuentran al interlocutor adecuado y comparten intereses en común pueden  llegar a ser grandes conversadores.

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Es importante comprender que no se trata que no presten atención a lo que sucede a su alrededor, pero por lo general su mundo interior le resulta muy estimulante y gratificante. Un introvertido necesita tiempo de silencio y pausa. Anhela tiempo a solas y disfruta en su propio mundo interior. 

Los introvertidos no saben cómo relajarse y divertirse.

Los introvertidos suelen relajarse en casa o en la naturaleza, no en lugares públicos ocupados. Los introvertidos no son buscadores de emoción y adictos a la adrenalina. Si hay demasiado ruido y gente hablando, se cierran. Sus cerebros son muy sensibles a un neurotransmisor llamado dopamina.

Se sienten “bien” con actividades que implican poca estimulación, como tomar algo con un amigo cercano, resolver un crucigrama, o leer un libro. Una tarde a solas no se considera entre los introvertidos un tiempo malgastado, al contrario, se ve como una necesidad para reunir energía.

Los introvertidos son coleccionistas de pensamientos, y es en soledad donde esa colección se reordena. 

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Un hábito común entre introvertidos y en el que fácilmente sobresalen es en la escritura, un medio que permite comunicarse sin establecer un contacto inmediato y personal, además de que, por su naturaleza, requiere de la soledad, el silencio, la introspección y otras condiciones afines. También se ha observado que los introvertidos son más propensos a comunicarse de forma online. No es extraño que la misma persona que nunca levantaría la mano ante doscientas personas pueda llegar a tener un blog que lean miles o millones de personas.

Los introvertidos no son buenos líderes, jefes o vendedores

Los estudios nos dicen que cuanto más locuaz, asertiva, y dominante sea una persona más atención le prestamos y más capacidad le presuponemos. Sin embargo, esos mismos estudios también indican que existe una correlación nula entre esos rasgos y la validez de las ideas que se exponen. Pese a ello se estima que todavía hoy más del 90% de los ejecutivos y jefes muestran rasgos de extroversión y según se avanza en la escalera profesional resulta cada vez más complicado que nos encontremos con personas introvertidas.

Debido a su inclinación a escuchar a los demás y falta de interés en dominar situaciones sociales, los introvertidos son más propensos a escuchar y poner en práctica las sugerencias. Los líderes introvertidos favorecen y promueven la proactividad y se muestran más abiertos y receptivos a las ideas ajenas.  Pero las cualidades de los líderes introvertidos, como pensar antes de hablar, tener más tendencia a profundizar o transmitir calma, son un buen contrapunto a otros liderazgos más tradicionales. Una investigación de Harvard ha puesto de manifiesto  que los líderes introvertidos son mejores cuando hay abundancia de empleados proactivos, ya que su capacidad de escucha permite liberar todo el potencial del equipo.




Diversos estudios también indican que los brainstormings (pensar ideas en grupo) resultan desaconsejables ya que neutralizan la iniciativa de los introvertidos. Dado que los equipos y estructuras profesionales más efectivos se componen de una mezcla saludable de introvertidos y extrovertidos es recomendable proporcionar a los introvertidos vías y canales alternativos para que expresen sus ideas de cara a maximizar al máximo sus habilidades de planificación y análisis. 

También se puede presuponer que los mejores vendedores son las personas extrovertidas, pero según una investigación del psicólogo social Adam Grant, profesor de la Universidad de Pennsylvania, los más eficientes en esas labores son los ambivertidos (las personas que están en medio del espectro introversión-extroversión). Según su estudio el promedio de ingresos en ventas a la hora entre introvertidos puros y extrovertidos puros era casi idéntico, los mejores resultados recayeron en los ambivertidos. Incluso fuera de su hábitat natural (el mundo de las ventas) una persona introvertida puede obtener los mismos resultados que una persona extrovertida.



Los introvertidos pueden convertirse en extrovertidos.

La personalidad base del introvertido no varía. Según palabras del psicólogo Brian Little, el mayor potencial de una persona se alcanza cuando "trabaja en funciones y tareas que son congruentes con su personalidad", lo mismo aplica para el tiempo de ocio. El secreto es ponerse bajo el foco de iluminación adecuado, el punto correcto de estimulación. Para algunos es un foco de Broadway, para otros, una mesa iluminada por una lámpara. Muchas personas naturalmente introvertidas se esfuerzan por ser extrovertidas, y se ha observado que en el proceso de "desarrollo", tienden a sentirse crónicamente ansiosos, cansados o incluso deprimidos. 

A pesar de la notable variedad de situaciones que experimentamos en la vida, nuestros rasgos fundamentales se mantienen constantes, y eso incluye la introversión. No es que nuestras personalidades no evolucionen, sino que tienden a seguir patrones predecibles. Si una chica era la décima persona más introvertida en su clase de secundaria, su comportamiento puede fluctuar con el tiempo, pero lo más habitual es que se encontrase comparativamente en una posición similar si acudiese a una reunión de viejos alumnos cuarenta años después. En esa reunión de la clase también se dará cuenta de que muchos de sus compañeros de clase serán incluso más tranquilos, estables emocionalmente, autónomos y tendrán menos necesidad de estimulación que en su etapa adolescente. Todos estos rasgos se potencian según ganamos en edad. Los psicólogos llaman a este proceso "maduración intrínseca". 

Todo ello tiene un claro sentido evolutivo, tener altos niveles de extroversión ayudan en la fase de búsqueda de pareja, es por ello que en las primeras décadas de nuestra vida el ser humano tiende a ser más sociable por naturaleza. En cambio cuando se trata de mantener parejas estables y criar hijos, tener un deseo constante de acudir a fiestas resulta menos útil que la predisposición a quedarse en casa junto a los seres queridos.



Por otra parte (y posiblemente es tan importante como rebatir este mito) no hay ninguna necesidad para que un introvertido cambie su forma de ser, no es un rasgo negativo o dañino y ha sido preservado por la selección natural debido a su utilidad para nuestra especie. Algunas de nuestras mejores ideas, obras de arte e invenciones vinieron de gente tranquila y cerebral. Sin introvertidos, el mundo estaría exento de la teoría de la gravedad de Newton, la teoría de la relatividad de Einstein, los nocturnos de Chopin, 1984 de Orwell, las películas de Steven Spielberg, o Google. Incluso en ocupaciones que encajan peor con un introvertido, como las finanzas, la política o el activismo social, algunos de los grandes saltos hacia adelante fueron hechos por los introvertidos. Warren Buffett, Abraham Lincoln, Eleanor Roosevelt y Gandhi lograron lo que lograron no a pesar de, sino debido a su introversión.

Cultivar la personalidad de los niños autónomos, reservados, solitarios y tímidos es cultivar el terreno para gran parte de los artistas, ingenieros y pensadores del mañana.

Si eres una persona introvertida te habrás visto reflejada en mucho de lo escrito en este post, más cuanto más acentuados sean tus rasgos. Si al contrario eres más bien una persona extrovertida intenta no olvidar que estadísticamente un tercio de las personas con las que interactúas a diario son esencialmente introvertidas, aunque puedan no parecerlo, y que gran parte de lo aquí expuesto aplicaría para ellos.

A modo de conclusión muestro este conjunto de patrones de comportamiento que resumen cómo deberíamos comportarnos de manera óptima con una persona introvertida.




Fuentes: Quiet de Susan Cain, Psychology Today (1234), BBC, RefugioAntiaereo (12), EdnewsdailyBufferappio9DailyMailLifeHackerBuzzfeed