domingo, 28 de febrero de 2010

Relacionan el liberalismo, el ateísmo y la monogamia con el Cociente Intelectual

Los comportamientos políticos, religiosos y sexuales podrían ser reflejos de inteligencia según un nuevo estudio.

El psicólogo evolutivo Satoshi Kanazawa, de la London School de Ciencias Económicas y Políticas, correlacionó datos sobre estos comportamientos con el CI empleando muestras de una gran base de datos estadounidense, y descubrió que, de media, las personas que se identifican como liberales y ateos poseen CI más altos. Esta relación también se da en hombres (no en mujeres) con la exclusividad sexual. Los hallazgos se publicarán en la edición de Marzo 2010 de la revista Social Psychology Quarterly.


Dichas diferencias en el CI, a pesar de ser significativas, no son asombrosas (entre 6 y 11 puntos porcentuales) y los datos no deberían ser usados para hacer estereotipos o conjeturas. No obstante muestran como se desarrollan ciertos patrones de identificación con algunas ideologías particulares y como podrían ser los comportamientos de algunas personas.

La posible explicación para este sesgo en la monogamia, el liberalismo y el ateismo es que todos esos comportamientos van contra todo lo que podríamos esperar como “común” en pasado evolutivo. En otras palabras, ninguno de estos rasgos pudo haber beneficiado a nuestros ancestros primigenios, pero podrían estar asociados con un nivel más alto de inteligencia.

“La adopción de algunas ideas novedosas podría evolutivamente tener cierto sentido en términos de hacer avanzar a la especie”, sostiene James Bailey, especialista en liderazgo de la Universidad George Washington y no relacionado con el estudio. “También tiene mucho sentido que la gente más inteligente – las personas con mayor capacidad intelectual – fueran los únicos que hicieran algo así”.

En cuanto a por qué la monogamia no predice un nivel más o menos alto de inteligencia en mujeres, Kanazawa cree que se debe al hecho de que este comportamiento siempre ha sido una ventaja para las mujeres, incluso hace miles de años, por lo que para ellas no se trata de una preferencia “novedosa”.




Por otro lado, para los hombres, la no promiscuidad va en contra del acerbo evolutivo. Ya que nuestro objetivo biológico es el de expandir nuestros genes, por lo que los hombres primitivos solían tener varias parejas. Como una mujer permanece embarazada nueve meses, y precisa de una serie de años de cuidados para los bebés, tiene sentido que ellas buscaran un compañero regular que les aportase recursos.

El término liberal (la izquierda en EE.UU.) se usa en el estudio desde un punto de vista social, es decir se le relaciona con el interés que algunas personas pueden sentir por humanos con los que no están relacionado genéticamente y con las ayudas públicas que el estado les hace llegar. No tiene que ver con otros factores de debate común en la vida política estadounidense como el aborto, el control de armas o el matrimonio homosexual.

“Es más probable que los liberales se preocupen por unos totales extraños; los conservadores suelen preocuparse más por las personas con las que están asociadas”, comenta Bailey.

Dado que la gran preocupación de nuestros ancestros era la superviviencia de sus crías y de los suyos, el enfoque conservador – cuidar de aquellos más cercanos – encaja más que el liberalismo en nuestra imagen evolutiva, opina Kanazawa. “Preocuparse de personas extrañas es algo poco natural pera los humanos”.

El estudio encontró que la media de los adolescentes encuestados que se identificaron como “muy conservadores” tenían un CI de 95, mientras que los jóvenes que decían ser “muy liberales” tenían de media un CI de 106.

¿Ser fiel es ser "evolucionado"?

Los hombres que engañan a sus esposas o novias suelen tener menor coeficiente intelectual. De acuerdo con el autor del estudio "los hombres inteligentes son más propensos a valorar la exclusividad sexual".

Kanazawa analizó dos grandes bases de datos estadounidenses: el estudio nacional longitudinal de salud adolescente y la encuesta general social, que miden actitudes sociales y el coeficiente intelectual de adolescentes y adultos.

Al cruzar los datos de ambas investigaciones, el autor observó que las personas que daban importancia a la fidelidad sexual en una relación tenían coeficiente más alto.
Evolución

Kanazawa fue más lejos todavía y dijo que otra conclusión de su estudio es que el comportamiento "fiel" del hombre más inteligente sería una señal de la evolución de la especie. Su teoría se basa en el concepto de que a lo largo de la historia de la evolución, los hombre siempre fueron "relativamente polígamos" y que eso está cambiando.

Para Kanazawa, asumir una relación monogámica supone una "novedad evolutiva", en oposición al hombre primitivo, que era propenso a la promiscuidad.

Según este razonamiento, las personas más inteligentes tienen a adoptar prácticas más nuevas, por lo tanto, serían "más evolucionadas". El autor señala que eso se debe a que las personas más inteligentes serían más abiertas a nuevas ideas y se cuestionarían más los dogmas.

Sin embargo, según Kanazawa estos resultados no se aplican a las mujeres ya que ellas siempre fueron relativamente monógamas y por lo tanto esto no supone una evolución.

Kanazawa sostiene también que el vegetarianismo, aunque no está asociado con el CI en este estudio, también ha mostrado en investigaciones anteriores estar relacionado con un CI más alto, lo cual también encaja en la idea de Bailey de que las preferencias no convencionales son más atractivas para los más inteligentes.

Nada de esto implica que la especie humana evolucione hacia un futuro donde estos rasgos sean los comunes, sostuvo Kanazawa. “La gente más inteligente no tiene más hijos que el resto, de modo que esto no va a suceder”.

Religiosidad e inteligencia 

La ciencia tiene cada vez más claro que existe una correlación entre inteligencia y religiosidad pero es negativa: los más inteligentes tienen tendencia a ser menos religiosos. Al menos esa es la conclusión principal de una investigación que repasa todos los estudios que han analizado esta relación entre intelecto y fe desde comienzos del siglo XX.



Tres son las hipótesis que se plantean. Por un lado, el ateísmo sería una expresión de inconformismo. Los inteligentes tienen una menor probabilidad de conformarse con la ortodoxia religiosa. Una segunda posibilidad tiene que ver con las habilidades cognitivas. Al inteligente no le basta, no puede aceptar las creencias que no están sujetas a examen empírico o el razonamiento lógico. Su estilo cognitivo, más analítico que intuitivo, les hace refractarios a la religión. Esta es la tesis más aceptada en la actualidad.

Pero los investigadores apuestan por lo que llaman equivalencia funcional. Si la religión ha pervivido durante tantos milenios es porque cubre una serie de necesidades humanas. Para los autores del estudio, la inteligencia también las puede cubrir. Así, la religión permite un encaje emocional, ofrece la visión de un mundo ordenado y predecible. También ayuda a autorregular los impulsos, ajustando la conducta en pos de objetivos. Otra de sus características es que eleva la autoestima. Por último, ofrece un rincón, un sistema cohesionador que da seguridad en tiempos de incertidumbre. La inteligencia, según este trabajo, también puede prestar estos servicios.


¿Son los no fumadores más listos que los fumadores?

Los fumadores de cigarrillos tienen un cociente intelectual menor que los no fumadores, y cuanto más fuma una persona, menor es su coeficiente, según un estudio a unos 20.000 reclutas israelíes.

El doctor Mark Weiser y sus colaboradores del Centro Médico Sheba Medical en Tel Hashomer hallaron que los jóvenes que fumaban un paquete de cigarrillos o más al día tenían cocientes intelectuales 7,5 puntos más bajos que los no fumadores.



"Los adolescentes con baja puntuación en el cociente intelectual deberían ser objetivo de programas diseñados para evitar el tabaco", concluyen en la revista Addiction.

Mientras que hay pruebas de la relación entre fumar y un menor cociente intelectual, muchos estudios se han basado en exámenes de inteligencia efectuados en la infancia, y han incluido a personas con problemas mentales o de comportamiento, que son más propensos a fumar y a tener un cociente intelectual bajo, explicó Weiser y su equipo.

Para comprender mejor la relación entre tabaco y cociente intelectual, los científicos buscaron a 20.211 jóvenes reclutados por el Ejército israelí.

El grupo no incluyó a nadie con problemas de salud mental graves, porque dichos individuos no son aptos para el servicio militar.

Según los científicos, el 28 por ciento de los participantes fumaban al menos un cigarrillo al día, alrededor del 3 por ciento eran ex fumadores y el 68 por ciento nunca había fumado.

Los fumadores tenían peores datos en los test de inteligencia que los no fumadores, y eso continuó así incluso después de que los investigadores tuvieran en cuenta el estatus socioeconómico, medido por los años de educación formal que tiene el padre del recluta.

La media del cociente intelectual de los no fumadores fue de 101, mientras que se situó en 94 para los hombres que comenzaron a fumar antes de entrar en el Ejército.

El cociente descendía conforme aumentaba el número de cigarrillos, del 98 para los que fumaban entre 1 y 5 a 90 para los que consumían más de un paquete.

La puntuación entre 84 y 116 se considera un nivel de inteligencia medio.

Los reclutas tenían prohibido fumar mientras realizaban la prueba por lo que es posible que el síndrome de abstinencia pudiera afectar a sus resultados, según los investigadores.

Para abordar este asunto, comprobaron la puntuación de los hombres que no fumaban cuando ingresaron pero comenzaron a hacerlo durante el servicio militar.

Estos también tuvieron peor puntuación que los que nunca fumaron, 97 de media, "indicando que abandonar la nicotina probablemente no fue la causa de la diferencia", dijeron.

También estudiaron el cociente intelectual de 70 parejas de hermanos, uno de los cuales fumaba y el otro no. De nuevo el no fumador obtuvo mejor puntuación.

Los hallazgos suponen que los individuos con menor cociente intelectual son más propensos a fumar, en vez de que fumar hace que las personas sean menos inteligentes, concluyeron.

Fuente: Reuters

domingo, 21 de febrero de 2010

Los bebés reconocen las intenciones de los adultos

Un estudio reciente realizado por científicos de la Universidad de York, en Canadá, ha revelado que bebés muy pequeños –de sólo seis meses de edad-, saben cuándo se les está “tomando el pelo”, que esta actitud no les gusta, y que expresan su disconformidad o reaccionan en consecuencia. Los resultados de esta investigación demuestran empíricamente por vez primera que los niños de esas edades son capaces de identificar las intenciones de los adultos y de dar una respuesta a éstas. Hasta el momento, esta habilidad se había podido demostrar sólo a partir de los nueve meses.


Según publica dicha universidad en un comunicado, en la investigación fueron analizadas las reacciones de bebés de seis y nueve meses ante un juego que consistía en que un adulto se mostraba bien incapaz bien reticente a compartir un juguete con los pequeños.

Los bebés detectaron y aceptaron con calma el hecho de que el adulto no fuera capaz de compartir con ellos el juguete por razones que escapaban a su control pero, por el contrario, se mostraron agitados cuando resultó evidente que el adulto, simplemente, no tenía intención de compartir.

Comprender intenciones

Según la directora del estudio, una estudiante de doctorado llamada Heidi Marsh que trabajó bajo la dirección de Maria Legerstee, directora del Centro de Estudios de la Infancia de la Universidad de York, los bebés son capaces de diferenciar si se les está gastando una broma o si se está siendo manipulador con ellos, y además saben cómo transmitir su opinión al respecto.

Marsh afirma, asimismo, que los resultados obtenidos constituyen la primera demostración empírica de que niños de hasta seis meses de edad son capaces de comprender las intenciones de los actos de los adultos.

Hasta el momento, se habían obtenido evidencias basadas únicamente en la habituación visual de los niños ante determinados estímulos (la habituación en psicología es el proceso de acostumbramiento o aprendizaje no asociativo a los estímulos del medio interno o externo, y está considerada una forma alternativa de integración).

Es decir, que estudios previos habían observado los patrones de las miradas de los pequeños cuando a éstos les eran presentados estímulos diversos pero, según la investigadora, esta fórmula de estudio resulta demasiado abierta a interpretaciones y, en consecuencia, a conclusiones confusas.

Respuestas sociales

Por otro lado, en investigaciones anteriores se concluyó que la capacidad de diferenciar las intenciones de los adultos no se desarrollan hasta los nueve meses de edad, algo que el estudio de Marsh desmiente.

La investigadora señala que un niño de seis meses de edad, comparado con uno de nueve meses, expresa de manera distinta lo que sabe.

El aspecto innovador de estudio radica en que se han usado medidas acordes con el comportamiento cotidiano de los bebés de seis meses con el fin de comprender lo que éstos son capaces de entender.

Los científicos registraron las respuestas sociales de los pequeños, como la tristeza, las miradas de rechazo, las sonrisas o sus vocalizaciones, además de atender a otras respuestas más físicas, como el hecho de dar golpes.

Incapacidad, resistencia

Al estudio fueron sometidos 40 niños, de ambos sexos. Los bebés fueron sentados sobre el regazo de sus madres junto a una mesa, y situados enfrente de otro adulto.

En la mitad de las pruebas realizadas, el juguete no les fue entregado a los niños porque dicho adulto no “quería” compartirlo y, en otras pruebas, no les fue entregado porque el adulto, aunque intentaba dárselo, no era capaz de hacerlo.

A los niños se les sometió a tres situaciones: de bloqueo, de burla y de juego. En cada una de estas situaciones hubo una condición de incapacidad de compartir el juguete y otra de resistencia a compartirlo por parte del adulto.

Así, por ejemplo, en la situación de burla, el adulto extraño sostuvo un sonajero cerca de los niños y, después, lo ocultó detrás de él (condición de resistencia a compartir). Asimismo, una atractiva pelota cayó “accidentalmente”, de manera que quedó fuera del alcance del adulto (condición de incapacidad de compartir).

Independencia y reacciones

Los movimientos visibles tanto del adulto como del juguete fueron reflejo de las condiciones de cada prueba, esto es, fueron diseñados para que los niños pudieran comprender las intenciones o la situación del adulto.

Incluso las expresiones faciales de éste se utilizaron para expresar resistencia a compartir o incapacidad para hacerlo.

Los resultados fueron los siguientes: los niños de ambas edades (seis y nueve meses) desviaron sus miradas durante las pruebas en que el adulto se mostró renuente a compartir.

En estas pruebas, además, los niños de nueve meses dieron golpes con sus brazos, mientras que los bebés de seis meses mostraron otro tipo de reacciones correspondientes a afectos negativos, como fruncimiento del ceño. Estas reacciones no se dieron en ningún bebé en las condiciones de incapacidad para compartir el juguete.

Otro dato revelado por la investigación fue, según Marsh, que aquellos niños más independientes resultaron ser menos expresivos ante las situaciones de renuencia a compartir (por ejemplo, lloraban menos que otros), pero físicamente más proclives a demostrar una resistencia activa a la situación.

Esta diferencia sugiere que es importante analizar las habilidades sociales y cognitivas de los niños para comprender el espectro de comportamientos sociales que puede darse a estas edades. La revista Infancy ha publicado un artículo detallado sobre esta investigación.

El cerebro nace preparado

La inteligencia y las capacidades de los más pequeños han sido objeto de diversos estudios en los últimos años.

Sus resultados han permitido constatar el sorprendente grado de conciencia de los bebés, demostrando, por ejemplo, que éstos, con tan sólo cinco meses, son ya capaces de diferenciar entre sólidos y líquidos o que, con sólo dos o tres días de edad, ya pueden detectar el ritmo de la música.

Los especialistas señalan que estas habilidades tan precoces se deben a que el ser humano nace con conocimientos innatos y que es un experimentador muy precoz. Es decir, que el cerebro de los individuos de nuestra especie no es un papel en blanco al nacer.

Fuente

sábado, 20 de febrero de 2010

Evolución de la burbuja inmobiliaria española

Resumen de la evolución del sector de la contrucción en España desde 1993. Se muestran los visados de dirección de obra por cada mil habitantes, paso previo a la construcción de un inmueble.



La comparación con las líneas de Francia o USA, salta a la vista... Para que se vea la magnitud del desastre, en Murcia se llegó a 42, en USA, y con burbuja también, eran 5.

Por comunidades y ciudades autónomas y únicamente contabilizando el año 2009, Ceuta fue la única región en la que aumentó el número de visados, con un incremento del 6,8%. El resto registraron caídas, con La Rioja (-82,7%), Murcia (-82%), Comunidad Valenciana (-71%), Galicia (-69%), Castilla-La Mancha (-65,9%) y Andalucía (-59,2%) a la cabeza. Les siguieron Canarias (-57,6%), Cantabria (-57,3%), Extremadura (-54,2%), Baleares (-53,2%), Navarra (-53,2%), Castilla y León (-52,2%), Aragón (-49,7%), Asturias (-44,3%), Madrid (-41,4%), Cataluña (-34,8%), País Vasco (-29,1%) y Melilla (-6,7%).

Según estos datos parece que los españoles podemos ir despidiéndonos del sector inmobiliario por un buen periodo...










Fuente: Ricard Vergés

Casi el 30% de las mujeres nacidas a partir de los 70 acabará su edad fértil sin haber sido madre

Sólo una de cada diez mujeres nacidas en España en la década de los 50 acabó su vida fértil sin ser madre. Sin embargo, ese porcentaje casi se ha triplicado en el caso de sus hijas, la generación de españolas nacidas en los años 70.

Según un estudio de la Universitat Autónoma de Barcelona (UAB), el 25% de las mujeres nacidas en 1994 nunca tendrá hijos. Anna Cabré y Daniel Devolver, profesores y autores de una investigación que analiza la reducción del tamaño medio de las familias por la caída de la fecundidad, aseguran que la población extranjera ha contribuido en un 58% al aumento de la natalidad entre el 2002 y 2006. Un hecho vinculado directamente a la edad cada vez más tardía en la que las mujeres deciden tener su primer hijo.



Cabré, directora del Centro de Estudios Demográficos de la UAB, destaca que en 1995 España se situaba como el país con el nivel de fecundidad más bajo a nivel mundial junto con San Marino e indica que la lenta recuperación que está llevando a cabo en los últimos años está marcada por el impacto de la inmigración extranjera.

La directora explica que las mujeres inmigrantes tienen hijos a edades más tempranas, mientras que las españolas posponen esta decisión por precariedad económica y laboral, y cuando la logran, sus posibilidades biológicas de ser madre se ven mermadas.



En España, la tasa de fecundidad, que contabiliza el número de nacidos por mujer fértil, se sitúa en 1,38 por mujer y se calcula que sin tener en cuenta a la población femenina extranjera sería de 1,30. Asturias (1,05), Canarias (1,05), Galicia (1,07) y Castilla y León (1,18) son las comunidades autónomas españolas que registran un índice de fecundidad más bajo, mientras que Murcia, Cataluña y Navarra son las que tienen el mayor. Si echamos un vistazo a nuestro entorno veremos que hay países que tienen la misma tendencia española, como el caso de Italia, Alemania o en la mayoría de lugares del este de Europa, en el caso contrario, en países como Francia, Reino Unido o la región escandinava la tasa de fertilidad está en torno a los 2 hijos por mujer.





El siguiente mapa muestra la situación a nivel global


PAÍS TASA_FERTILIDAD
Níger 7.75
Malí 7.29
Afganistán 6.53
Angola 6.12
Nigeria 4.91
Kenia 4.56
Camerún 4.33
Iraq 3.86
Arabia Saudí 3.83
Paraguay 3.75
Bolivia 3.17
Israel 2.75
India 2.72
Egipto 2.66
Marruecos 2.51
Ecuador 2.51
Venezuela 2.48
Colombia 2.46
Sudáfrica 2.38
Perú 2.37
Argentina 2.35
México 2.34
Indonesia 2.31
Turquía 2.21
Brasil 2.21
Estados Unidos 2.05
Francia 1.98
Chile 1.92
Uruguay 1.92
Irlanda 1.85
China 1.79
Australia 1.78
Noruega 1.78
Dinamarca 1.74
Finlandia 1.73
Suecia 1.67
Países Bajos 1.66
Reino Unido 1.66
Bélgica 1.65
Cuba 1.61
Portugal 1.49
Suiza 1.45
Rusia 1.41
Alemania 1.41
Rumania 1.39
Austria 1.39
Grecia 1.37
Italia 1.31
España 1.31
Polonia 1.28
Ucrania 1.26
República Checa 1.24
Corea del Sur 1.21
Japón 1.21


La causa principal de esta baja tasa de fecundidad responde a que la trayectoria vital de los jóvenes, referida a la emancipación, el emparejamiento y la primera maternidad, se ha ralentizado.






La población extranjera femenina que vive en España, además de subir el índice de niños nacidos, baja la edad media a la que una mujer es madre por primera vez y que en 2005 se situaba en 29,4 años en España (el retraso en esa edad es una constante en la mayoría de países desarrollados).



Recientemente se ha sabido que 2010 las mujeres españolas han alcanzado un máximo histórico y siguen retrasando cada vez más el momento de tener hijos situándose la edad media en los 31,1 años (31,8 para las madres de origen español, sin contabilizar inmigrantes).

Datos por nivel educativo y expectativas

Por otra parte las parejas dilatan cada vez más la llegada de su primer hijo, principalmente las del mayor nivel educativo. De hecho, la generación del baby boom de los años 70 espera ahora el doble que sus padres a la hora de engendrar a sus primogénitos. Así, si en 1975 el tiempo de espera desde que la pareja empezaba a convivir hasta que nacía su primer hijo era de poco más de dos años, ahora, se tarda algo más que el doble: unos cuatro años y medio.





A pesar de que estadísticamente las mujeres extranjeras se emparejan más jóvenes, lo que implica que el primer embarazo también se adelanta, Margarita Delgado ha observado que se están "acomodando" paulatinamente al estilo de vida de las españolas.

A modo de ejemplo, a principios del siglo XXI la tasa de fecundidad de las extranjeras en España era del 2,4, mientras que ahora ha evolucionado hasta el 1,8.

Fuente: Elaboración propia, Eurostat, cadenaser, http://chartsbin.com/view/exu

domingo, 14 de febrero de 2010

Las regiones españolas: Extremadura la más pobre, Madrid y País Vasco las más ricas

El INE acaba de publicar la Contabilidad Regional de España 2010. Atendiendo al Producto Interior Bruto nominal por habitante, la primera posición la ocupa País Vasco (con 31.314 euros por habitante), seguido de Comunidad Foral de Navarra (con 29.982 euros), Comunidad de Madrid (con 29.963 euros) y Cataluña (con 27.053 euros por habitante). En el lado opuesto, Extremadura (con 16.828 euros por habitante), Andalucía (con 17.405 euros) y Castilla–La Mancha (con 17.621 euros por habitante) cierran la lista. La media nacional se situó en 23.063 euros y la de los 27 países de la Unión Europea en 24.486 euros por habitante. Al igual que en 2009, ocho comunidades autónomas superaron el registro nacional y, con la excepción de Cantabria, las otras siete se situaron por encima del registro medio europeo.


Las cuatro comunidades autónomas más pobres de España son Murcia (cuyo PIB por habitante es 84, sobre la media 100 de los países UE-27), Andalucía (79), Castilla-La Mancha (79) y Extremadura (72) que son las que actualmente son objetivo prioritario de cohesión en el marco de las perspectivas financieras de la Unión Europea. De estas 5 hay 2: Galicia y Murcia que superan, en el año 2008, el 80% de la media comunitaria (UE-27).

El mapa siguiente esquematiza estos resultados dividiendo a las comunidades autónomas en cuatro bloques.


Extremadura cuya renta por habitante sigue siendo la más baja de todas las Comunidades Autónomas españolas, situándose en el 72% de la media comunitaria (UE-27). Extremadura tiene el 2,36% de la población española y solamente el 1,66% del PIB español.

La falta de empresas privadas y la poca iniciativa empresarial hacen que el extremeño tienda a ser funcionario. Extremadura es la comunidad autónoma española con más empleados públicos por cada mil habitantes. Si se compara el número de empleados públicos con el número de ocupados totales Extremadura se sitúa también a la cabeza de España con 243 empleados públicos por cada 1.000 ocupados. El peso del sector agrario en Extremadura es tres veces superior a la media nacional.




Salarios

Según la Encuesta Anual de Estructura Salarial, la ganancia media anual por trabajador fue de 22.511,47 euros en el año 2009, un 2,9% más que en el año anterior. Una característica de las funciones de distribución salarial es que figuran muchos más trabajadores en los valores bajos que en los sueldos más elevados. Este hecho da lugar a que el salario medio sea superior tanto al salario mediano como al más frecuente. Así, el salario mediano (el que divide al número de trabajadores en dos partes iguales, los que tienen un salario superior y los que tienen un salario inferior) presentó un valor de 18.817,89 euros. El sueldo más frecuente se situó en torno a 15.500 euros. Por sexo, la ganancia media anual fue de 25.001,05 euros para los hombres y de 19.502,02 euros para las mujeres. Por tanto, la ganancia media anual femenina supuso el 78% de la masculina. Esta diferencia se reduce si se consideran situaciones similares respecto a variables tales como tipo de contrato, de jornada, ocupación, antigüedad, etc. 

        

Los salarios más elevados correspondieron a País Vasco (26.162,45 euros anuales por trabajador), Comunidad de Madrid (25.860,65 euros) y Cataluña (23.851,31 euros). Estas tres comunidades, junto con Comunidad Foral de Navarra y Principado de Asturias, presentaron una ganancia media anual superior a la media nacional. El resto de comunidades autónomas tuvo un salario medio inferior a la media nacional. Canarias (18.926,36 euros), Extremadura (19.099,56 euros) y Galicia (19.806,66 euros) presentaron los más bajos. Atendiendo al crecimiento de la ganancia anual de 2009 respecto al año anterior, Región de Murcia (8,0%), Extremadura (4,6%) y Castilla y León (4,1%) tuvieron los mayores incrementos. Por su parte, Comunidad Foral de Navarra (1,3%), Cataluña (3,0%) y Comunidad de Madrid (2,3%) presentaron los menores aumentos. 






Fuente: Elaboración propia, INE, Graficos.lainformacion

sábado, 6 de febrero de 2010

¿Por qué el tiempo parece que pasa más rápido cuanto más mayores somos?

Habría que buscar la respuesta en el fenómeno denominado “efecto reminiscencia”, que nos hace distorsionar la sensación que el paso del tiempo provoca en nuestra percepción temporal. Si los años tienen 365 días y son siempre los mismos, ¿por qué cuando tenemos 50 años parece que el tiempo pasa volando? Y sin embargo, nuestros recuerdos y vivencias de cuando teníamos alrededor de la veintena, nos otorgan la sensación de que aquellos días “duraban más”.



Al parecer, todo está relacionado con la forma en que asimilamos emociones, conocimientos y sensaciones. Cuanto más intensos son los momentos, estos parecen llenarnos y durar más. Cuando somos jóvenes y tenemos 20 años, estamos experimentando un nuevo mundo de experiencias en el paso a la vida adulta: nuestro primer trabajo, nuestro primer amor, nuestro primer hijo, nuestra primera vivienda, etc… Es en esos años, cuando hay más probabilidades de estar viviendo momentos intensos que distorsionen nuestra memoria temporal.

Toda esta amalgama de emociones nuevas, se van perdiendo por regla general a lo largo de los años. Es por eso que, cuando alcanzamos los 40, las sensaciones y vivencias no suelen ser tan novicias, sino más rutinarias o conocidas. Esta sensación, se acrecenta si hablamos de alguien que ronda los 60 años.

Con todo esto, obtenemos que el efecto reminiscencia pone en evidencia el modo errático en que nuestra mente fluctua su particular reloj biológico y sensación de paso del tiempo, según los recuerdos que guarda en la memoria.

Aquí un excelente vídeo donde se amplia este tema, dentro del programa divulgativo “Redes”. En él, se relata el curioso experimento que se realizó a más de 1.400 personas adultas, donde la mayoría relató que el suceso histórico vivido más importante de sus vidas, acaeció alrededor de cuando tenían 20 años.




Fuente